iPhone: Diez años como ícono de la innovación rentable
iPhone: Diez años como ícono de la innovación rentable
Marcela Mendoza Riofrío

Quien dice que Steve Jobs fue un maestro de la que supo convertir en rentable su creatividad no es un fanático seguidor, es simplemente un buen observador. , coinciden todos los analistas del sector, es una marca que supo marcar tendencia, y bajo la tutela de Jobs, rompió la caja cuadrada (lo convencional) para vendernos una nueva categoría que se convirtió en estándar de la industria (como con el ) y llevó a sus accionistas más de una sonrisa.   


Hoy 9 de enero se cumple una década desde el día en que Jobs presentó el primer iPhone. No fue su primer salto disruptivo y comercialmente rentable, recordemos que años atrás revolucionó la experiencia de oír música con el iPod, pero sí el más impactante. Antes del iPhone existían teléfonos inteligentes que te permitían acceder a Internet y revisar el correo y jugar, pero la experiencia no era lo intuitiva y amigable que hoy es. Pero el iPhone trajo la pantalla táctil junto a una interfaz intuitiva y una tienda de aplicaciones en donde uno podía descargar solo aquellos programas que le acomodaban y apetecían. 

Blackberry, el líder de la categoría de smartphones antes del reinado de la manzana, daba productividad e inmediatez en las comunicaciones, pero no era tan entretenido, ni su diseño era tan atractivo. El iPhone supo poner en manos de los usuarios lo que requerían para la vida profesional, pero también permitía personalizarlo a su gusto.

El efecto se vio desde su lanzamiento, seis meses después, y se consolido en los tres siguientes años con las versiones posteriores. Sus competidores se aliaron a Google y lanzaron no solo equipos con pantallas planas táctiles, sino que montaron un sistema operativo tan amigable y 'customisable' como el de Apple, al que bautizaron Android.  

La categoría de smartphones ya tenia varios años de existencia, pero solo se masificó en el momento en que el teléfono se volvió una herramienta indispensable para el entretenimiento y no solo para las comunicaciones. Es a partir del nacimiento del iPhone (y sus rivales) que se configuró un nuevo estándar y un negocio altamente rentable, tal como se puede apreciar al ver la evolución de las acciones de Apple y en las ventas del dispositivo.

Para el 2011 la batalla estaba clara y todo fabricante respetable de teléfonos tenia que ofrecer algo similar o mejor a lo que ofrecía la última versión del iPhone si quería tener buenas ventas. 

Con el tiempo, sin embargo, la innovación ha quedado un tanto enclaustrada. Los nuevos modelos de la diversidad de marca presentes en el mercado mejoran la experiencia, vuelven el aparato aun más indispensable para la vida diaria, pero no son disruptivos.

A menos que lancen hologramas, pantallas convertibles o algo por el estilo, la categoría se ha estancado en una carrera de optimización sin evolución y será quien dé ese giro, tal como afirman los analistas de Gartner, quien marque un nuevo inicio. Podria ser la versión ocho del iPhone o algunos de sus rivales quien marque el nuevo estándar y genere un nuevo hit en ventas. El tiempo lo dirá.

Mientras tanto, el negocio entrará en una meseta y la madurez en consumo se sentirá en las ventas. El reto ya está planteado y las nuevas cabezas de Apple lo saben. El aniversario 10 puede ser una oportunidad para romper de nuevo el molde. Sus fanáticos, los analistas y los inversionistas así lo anhelan.

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