Premios LEC: Conoce al fundador de los hoteles Inkaterra
María Rosa Villalobos

Inkaterra lleva más de cuatro décadas conservando la naturaleza mediante el ecoturismo, produciendo investigación científica y velando por el bienestar de las comunidades aledañas a sus sedes. José Koechlin, presidente de directorio de la empresa turística y nominado a los , le debe su éxito a la riqueza natural peruana y a su pasión por hacer del Perú un destino de viaje para aventureros. 

—Fundó Inkaterra en 1975. Hoy, la cadena cuenta con siete hoteles en Madre de Dios y Cusco. ¿Alguna vez pensó que su proyecto llegaría tan lejos? 
Hay que comprender que el uso sostenible de los recursos naturales puede ser un emprendimiento rentable, además de tener una función social.

—¿Se considera uno de los pioneros en el ecoturismo nacional? 
Efectivamente, fuimos de los primeros en hacer turismo como sustento económico de actividades de investigación.

—¿Cómo lo logró?
En 1972, buscando promover el turismo en el Perú mediante el cine, coproduje la película “Aguirre, la ira de Dios”, que se exhibió en Europa por tres años consecutivos, contribuyendo a traer turistas al país. Tres años después nos establecimos en Tambopata, frente al río Madre de Dios. En aquel entonces, Puerto Maldonado tenía una población de dos mil personas y ni siquiera figuraba en el mapa turístico del Perú. Tras 26 años de esfuerzo, logramos consolidarla como uno de los destinos de selva más visitados del Perú. 

—¿Cuál es la base de su negocio? 
La investigación y conservación de la biodiversidad es la base en nuestro modelo de negocio. La imagen de Inkaterra está asociada a la naturaleza. No es necesario hacer publicidad pagada dada la fuerza de este mensaje.

—Parte importante de su trabajo es realizar inventarios. 
Sí, desde 1978 realizamos inventarios de flora y fauna para conocer los recursos naturales en sus áreas de influencia. Un total de 814 especies de aves, 365 de hormigas, 100 de mamíferos, 313 de mariposas, 1.266 de plantas vasculares y 372 de orquídeas han sido registradas dentro de las áreas de Inkaterra. Hemos descrito 28 especies nuevas para la ciencia, número mayor al publicado por muchas instituciones académicas peruanas: 19 orquídeas, 5 anfibios, 1 mariposa, 2 bromelias y 1 liana tropical.

—¿Cuál es el rol de su familia en el negocio? 
Mi esposa Denise y yo trabajamos juntos. Ella plasma su talento en el diseño arquitectónico, el paisajismo y la decoración de nuestros hoteles. Nuestros hijos trabajan en Inkaterra, y nuestros nietos estudian carreras en turismo y medio ambiente. Procuro que nuestro equipo trabaje en un entorno familiar, de confianza, a través de un vínculo emocional con cada miembro. 

—Para este año tienen inversiones planeadas por US$6 millones. ¿Qué planes contemplan para el largo, mediano y corto plazo? 
El año pasado atendimos a más de 200.000 viajeros y este 2017 esperamos superar el número de visitas. Además, lanzaremos Inkaterra Guides Field Station, nuevo alojamiento para científicos, estudiantes, voluntarios y viajeros en Madre de Dios. También hemos propuesto la creación de un corredor de paisaje sostenible alrededor de la Reserva Nacional Tambopata, a fin de mitigar los efectos de la minería y tala ilegales mediante un modelo de ecoturismo y otras actividades sostenibles. Por otro lado, construiremos Inkaterra Cabo Blanco, que esperamos consolidar como uno de los principales destinos ecoturísticos del país.

—¿Qué se siente haber sido nominado a Líder Empresarial del Cambio y por qué cree que fue elegido?
Este reconocimiento es una oportunidad para contar la historia de Inkaterra con el objetivo de que pueda replicarse en otros destinos de acceso remoto, para conservar la biodiversidad y las culturas del Perú, y para crear empleo local.
Inkaterra espera sobrepasar los 200 mil visitantes este año. Además, busca consolidar Cabo Blanco como destino turístico.

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