La modernización de la refinería de Talara, iniciada el jueves pasado por Petro-Perú, coloca una valla bastante elevada en términos de tecnología ambiental para su competencia directa en el mercado refinero peruano: La Pampilla.
“Este proyecto obligará a que La Pampilla también se modernice con una inversión de US$800 millones a US$1.000 millones”, exclamó el presidente Ollanta Humala en Talara.
La Refinería La Pampilla deberá, en efecto, emprender su propia modernización para producir combustibles de similar calidad a los que Petro-Perú comercializará desde 2019 a nivel nacional. “Tendrá que hacerlo o saldrá del mercado”, comentó Edgardo Candela, ex gerente de comercialización de Petro-Perú.
FINANCIAMIENTO
De hecho, la empresa del grupo Repsol habría empezado ya a evaluar opciones de financiamiento, según Luis Fernández, socio director de Gas Energy.
Esta conjetura fue confirmada a Día_1 por una fuente muy próxima a Repsol. “La Pampilla ya empezó a preparar su modernización con la firma de ciertos contratos. Son cuestiones técnicas pero, básicamente, ya ha comenzado con los trabajos y está viendo ahora el tema del financiamiento”, refirió.
La suma a financiar será de US$900 mlls. a US$950 millones, de los cuales se habrían adelantado unos US$150 millones para este año. “El proyecto se hará en tramos, pero los detalles se definirán y anunciarán antes de que finalice el 2014”, dijo la misma fuente.
Precisó que la modernización de La Pampilla se circunscribirá a la desulfuración de los combustibles a fin de reducir su contenido de azufre, de 1.700 a 50 ppm. “La Pampilla no hará un incremento de producción como Talara ni añadirá procesos para crudo pesado. Se limitará a la parte ambiental”, expresó.