Crecimiento dependerá en gran parte, a la estabilidad política que se evidencie en el país. (Foto: Referencial)
Crecimiento dependerá en gran parte, a la estabilidad política que se evidencie en el país. (Foto: Referencial)
/ MANUEL MELGAR
Redacción EC

Las ventas de vehículos nuevos tendrían en el presente año un incremento similar al registrado el año pasado, aunque con cierto sesgo a la baja, informó el Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank.

En el análisis realizado sobre el sector en su Reporte Semanal, el Scotiabank señaló que este crecimiento dependerá en gran parte, a la estabilidad política que se evidencie en el país, lo cual se traduciría en la toma de decisiones de compra de bienes duraderos.

En el 2022, según las cifras reportadas por la la venta de vehículos nuevos creció 1,6%, el nivel más alto de ventas desde 2017 con 180.281 vehículos vendidos.

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“Para el presente año esperamos que el crecimiento en ventas sea similar al del 2022. Este resultado sería impulsado por la venta de vehículos ligeros, el cual crecería principalmente por el desempeño positivo que proyectamos para el consumo privado”, señala el informe del Scotiabank.

“Sin embargo, este crecimiento sería acotado por el nivel de ventas de vehículos pesados, el cual mostraría un nivel similar al del año previo, incluso con un sesgo a la baja. Es así como, tanto factores locales, como internacionales limitarían el crecimiento del sector”, añade.

Según el estudio, entre los principales riesgos que pueden presionar a la baja el resultado anual se encuentran el mayor deterioro de la confianza de consumidor, ante el actual clima de inestabilidad política; y la persistencia de presiones inflacionarias, especialmente en el segmento de alimentos, deteriorando la capacidad de consumo y generando menores excedentes, en este caso destinados para la adquisición de un nuevo vehículo.

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Pero también existen ciertos riesgos internacionales, entre los que se pueden mencionar las dificultades para la provisión de semiconductores (chips) para la manufactura de vehículos nuevos, en algunas marcas, lo cual dificultaría la producción -y retraso- en la manufactura de ciertos modelos de automóviles.

Existe también cierta incertidumbre en torno al conflicto , lo cual impacta directamente en los costos de energía, limitando la caída del precio del petróleo, y por ende elevando los costos de operación de los vehículos.

Por segmentos – indica el reporte- se espera que la venta de vehículos ligeros vuelva a crecer en el 2023, en parte debido al crecimiento del consumo privado. Sin embargo, el crecimiento proyectado de este indicador para el presente año (+2,4%) estaría por debajo del crecimiento estimado que habría alcanzado al cierre del 2022 (+4,4%).

Con relación a los vehículos pesados, también se prevé que la ventas sean similares al 2022, pero con cierto sesgo a la baja. Ello en parte porque que se proyecta una caída de la inversión privada durante el presente año (-2,3%) -caída en mayor medida en inversión minera-, lo cual se traduciría en una menor propensión a la adquisición de nuevas unidades.

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