En silencio y con perfil bajo, como lo han hecho hasta ahora, las agroexportaciones peruanas seguirán consolidándose en los próximos cinco años. Y lo harán de la mano de un sexteto de productos frescos –la mayoría frutas– ya establecidos en el negocio: el espárrago, la palta, el mango, el arándano, la uva de mesa y las mandarinas. La Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (Agap) lo anunció el martes pasado, en un foro celebrado dentro de las reuniones del APEC 2016.
El espárrago, hortaliza en la que Perú es líder en producción en el mundo, pese a la caída de su rendimiento por envejecimiento en zonas productoras tradicionales como Ica, continuará expandiéndose. Carlos Zamorano, gerente del Instituto Peruano del Espárrago y Hortalizas, proyecta que, de incrementarse la disponibilidad hídrica en esa región, podrían sembrarse entre 30 mil y 50 mil hectáreas más.
Además de los buenos precios actuales, otro factor que alentaría la siembra es la eliminación del tratamiento de fumigación al que son sometidos los espárragos al ingresar a Estados Unidos, su principal mercado.
Respecto a la palta, se prevé que entren en producción unas 10.000 hectáreas más en el proyecto de irrigación Olmos, en Lambayeque. Según Víctor Escobedo, gerente técnico de ProHass, tanto el crecimiento de la demanda en Europa como la apertura de los mercados chino y japonés alientan la inversión en este producto.
En cuanto al mango, la superficie plantada se duplicaría de reducirse el tiempo de tránsito (en barco demora 30 días) hacia Asia, explica Juan Rivera, de la Asociación de Exportadores de Mango (Apem). Indica que el inicio de operaciones en el país de la carguera China Eastern facilitaría el crecimiento, ya que prevén que los fletes aéreos disminuyan frente a los de vuelos regulares.
La producción de uva de mesa se volcará hacia las variedades sin semillas, ya que hasta ahora ha estado enfocada en la variedad Red Globe, considerada un “commodity agrícola”. En la Asociación de Productores de Uva de Mesa del Perú (Provid) pronostican que el cambio varietal empujará la aparición de proyectos con áreas más extensas, puesto que las ‘seedless’ son menos rendidoras.
En tanto, la producción de mandarinas, que representa el 90% de las exportaciones de cítricos, se incrementaría gracias a la habilitación de irrigaciones en la costa. Para Procitrus, la nueva frontera citrícola estará en Chavimochic (donde ya se comprobó la viabilidad de la fruta) así como en Majes Siguas.
MÁS FRUTAS
Los arándanos, hoy la vedette de la agroexportación peruana, llegarían a las 10 mil hectáreas en cinco años, afirma Federico Beltrán, gerente de Terra Business SAC. Pronostica que los precios se moderarán y los productores optarán por la diferenciación varietal.
Carlos Gereda, gerente del vivero Inka’s Berries, sostiene que también hay potencial para la cereza en 7 mil hectáreas. Demandada por China, podría sembrarse en la costa y cosecharse en contraestación, de hallarse una variedad idónea.
La granada, con Estados Unidos abierto este año para la exportación en fresco, se perfila como una promesa. Progranada proyecta que los mercados de Corea y China se abran en los próximos dos años.