(Bloomberg) - Para descongestionar las atestadas calles de París, dos emprendedores crearon una startup construyen un transbordador fluvial con forma de huevo que, básicamente, volará sobre el Sena y que en una variante futura será conducido por un robot y permitirá hacer las reserva por smartphone.
Si eso no es suficientemente increíble, uno de los fundadores de SeaBubbles dijo que la startup recaudó 500.000 euros (US$555.000) para realizar el proyecto y que contará con aportes el fundador de la fábrica de drones Parrot SA, de Partech Ventures y del fondo BPI respaldado por el estado francés. Otra ronda de financiamiento se realizará a fines de agosto para crear una aplicación para taxis y atracaderos para las cápsulas.
La compañía pretende construir vehículos a batería con forma de burbuja que floten algunos centímetros sobre el agua y transporten hasta cinco personas simultáneamente. Los fundadores pretenden iniciar las operaciones en el verano boreal del 2017.
En su búsqueda de más dinero para transformar sus burbujas en taxis, la startup dice que se comunicó con la compañía de transporte Uber Technologies Inc., con la constructora Vinci SA y con el fabricante de productos de lujo LVMH. Existen las conversaciones pero aún no hay compromisos de por medio.
“En muchas ciudades hay carreteras saturadas y vías navegables vacías. Existe una oportunidad evidente”, dijo el cofundador Alain Thebault en una entrevista. “Queremos construir taxis acuáticos”.
Los fundadores, Anders Bringdal y Thebault, un surfista y un navegante amante de las matemáticas respectivamente, batieron juntos el récord de velocidad en un velero flotante que diseñaron en el 2009. Dijeron que SeaBubbles tiene el apoyo de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quien ha prometido reducir la contaminación en la ciudad.
Cada vehículo transportará a cinco personas, incluido un piloto, pero la meta es prescindir de conductor y hacer que el sistema funcione de manera totalmente autónoma en unos pocos años, cuando la regulación lo permita, dijo Thebault. Actualmente, las normativas de navegación en el Sena no permiten la operación de embarcaciones sin un capitán. Fabricantes de autos, distribuidores de baterías y empresas de ingeniería de software han manifestado interés en ayudar a desarrollar mejoras y producción de escala para esta startup, dijo, sin citar nombres.
Las burbujas se trasladarán y flotarán sobre las aguas gracias a un fenómeno físico similar al que impulsa al Hydroptère, el velero que estableció un récord en el aire.
La startup venderá los vehículos a personas y a países, ciudades y empresas, pero sus fundadores aún debaten si desean gestionar un servicio de taxi por sí mismos o a través de terceros.
SeaBubbles planea invertir el dinero de su financiamiento inicial para fabricar prototipos del vehículo en tamaño natural, de 4,3 metros por 2,3 metros, que pueden desplazarse a velocidades de hasta 25 nudos (47 kilómetros por hora o 29 millas por hora). Bringdal y Thebault han mostrado hasta ahora un vehículo operativo de una octava parte de ese tamaño y pretenden presentar la primera burbuja en la Feria Internacional de Electrónica de Consumo de Las Vegas, en enero del 2017.
Los emprendedores cuentan con una extensa libreta de direcciones elaborada durante años de navegación. A bordo del Hydroptère, el barco que diseñaron en el 2009, han recibido a huéspedes como el cofundador de Alphabet Inc. –Larry Page–, el príncipe Alberto de Mónaco y el piloto de aviones a energía solar Bertrand Piccard.
Ahora solo queda esperar la versión convertible.