"Quienes optaron por cambiar de fondo a uno de menor perfil de riesgo, o tomaron la decisión de retirar el 25% de su fondo, perdieron la oportunidad de recuperar buena parte de la pérdida temporal producida en el primer trimestre del año", señala Larrabure. (Foto: GEC)
"Quienes optaron por cambiar de fondo a uno de menor perfil de riesgo, o tomaron la decisión de retirar el 25% de su fondo, perdieron la oportunidad de recuperar buena parte de la pérdida temporal producida en el primer trimestre del año", señala Larrabure. (Foto: GEC)
José Larrabure

Al igual que la “Gran Depresión” o la “Crisis Financiera Global”, la primera mitad de este 2020 será recordada en muchos años por la drástica caída en los mercados durante el primer trimestre, así como su espectacular recuperación entre abril y junio.

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Esta gran volatilidad afectó inicialmente los retornos de los fondos administrados por las : sin embargo, estos se han recuperado en línea con el rebote en los mercados globales. Al cierre del primer semestre, la rentabilidad promedio de los tres principales fondos administrados por el sistema privado de pensiones (SPP) fue de -1,43%, -2,71% y -7,83% para los fondos 1, 2 y 3, respectivamente. Si bien se mantienen en terreno negativo, todos los fondos han recuperado gran parte de la caída mostrada en el primer trimestre y esta recuperación ha continuado en julio poniendo a algunos fondos ya en terreno positivos en él año.

Esta recuperación se ha dado a pesar de un entorno muy complicado donde los mercados internacionales han mostrado un alto grado de incertidumbre con relación al impacto económico generado por la crisis sanitaria del Covid-19 y en medio de la necesidad de proveer una gran liquidez para enfrentar más de S/20.000 millones en retiros por la ley 31017 (25%) y los decretos de urgencia 034 y 038.

Todo esto me lleva a recordar el mensaje que dimos las AFP ante la caída de los fondos y posterior aprobación de la ley y decretos que permitían los retiros. Los fondos de pensiones invertimos con un objetivo de rentabilidad de largo plazo, lo cual nos hace susceptibles a correcciones temporales pero que generalmente se recuperan en periodos relativamente cortos. Por lo tanto, no es recomendable tomar decisiones apresuradas de cambio de fondo sino mantenerse disciplinadamente invertido en el fondo que le corresponde al afiliado de acuerdo con su perfil de riesgo. Tampoco es recomendable hacer retiros de un fondo de pensiones en medio de una coyuntura donde los precios de mercado se han visto dramáticamente afectados por un periodo de gran incertidumbre. Quienes optaron por cambiar de fondo a uno de menor perfil de riesgo, o tomaron la decisión de retirar el 25% de su fondo, perdieron la oportunidad de recuperar buena parte de la pérdida temporal producida en el primer trimestre del año.

En esta última década, los fondos de las AFP han soportado varios episodios de crisis. Recordemos la crisis financiera global en 2008, la crisis de los países periféricos de Europa en 2011, la caída de mercados emergentes en el 2013, la crisis de China en 2015, el Brexit en 2016, la guerra comercial entre Estados Unidos (EE.UU) y China en el 2018, entre otros eventos que generaron caídas en los mercados; sin embargo, los fondos siempre se recuperaron y continuaron con su tendencia positiva de largo plazo. En los próximos meses tendremos momentos de incertidumbre como la posibilidad de una segunda gran ola de contagios de Covid-19 o las elecciones en los EE.UU., los cuales probablemente traigan consigo alguna corrección en el valor de los activos de riesgo. No caigamos nuevamente en el error y mantengamos la disciplina de mantener la inversión en nuestro fondo de pensiones siempre con una visión de largo plazo.

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