María Rosa Villalobos

El proceso de desembolso de las 4 UIT lo hemos vivido ya y no tendrá mayor novedad. Lo que sí ha tomado por sorpresa a algunos es la decisión del MEF.

Según las declaraciones del ministro José Arista, el Congreso estaba decidido a volver esta norma una realidad, por lo que de haber realizado alguna observación, el destino estaba cerrado. El escenario más probable era la aprobación por insistencia. Creo que todos los que seguimos la discusión así lo entendíamos.

La política es un juego de ajedrez, de estrategias y tácticas. Por un lado, la reacción del MEF se percibe de una manera muy práctica. ¿Para qué hacer el esfuerzo si la batalla estaba perdida? Es válido pensar que uno debe elegir (bien) sus batallas, y más si estas se dan con el Congreso.

Por el otro, sin embargo, están los gestos y las formas, que también importan. ¿No debía dar la lucha el MEF hasta el final? No se trata de llenarse de trámites o de gestiones en vano, sino de señales y mensajes claros para la ciudadanía y el mismo Congreso. En ese sentido, en declaraciones previas, el titular del MEF había sido tajante respecto a que esta idea del Legislativo no tenía sustento. Pero, llegado el momento de ponerlo por escrito, la situación cambió.

Cada uno leerá esta decisión a su manera y juzgará el accionar del MEF a luz de sus próximos pasos. El Congreso nos ha demostrado más de una vez no tener límites ni reparos en avanzar y retroceder en buenas o malas ideas según el ánimo coyuntural y deberá ser este mismo ministerio de Economía y Finanzas el que responda con su peso institucional. ¿Qué observaciones en materia económica hay a la vista? La liberación de la CTS, y la eliminación de las comisiones de transferencias bancarias y el cobro por el pago de tarjetas de crédito. La primera podría entrar al Pleno la próxima semana (porque esta es de representación) y para la segunda hace falta una segunda votación. Estaremos a la expectativa.