“Yo no soy sino un pobre marino que trata de servir a su patria”. “Todo lo que puedo ofrecer… es que si el Huáscar no regresa triunfante al Callao tampoco yo regresaré”. Estas frases son de Miguel Grau y reflejan varias cosas. Una de ellas es su humildad. Otra es su vocación de servicio hacia el otro, incluso más allá de cualquier deber u obligación.
Una visita a La Punta-Callao me regaló la oportunidad de conocer por dentro la Escuela de Oficiales de la Marina de Guerra del Perú; por coincidencia, estaba abierta al público por su aniversario. Volver a leer la correspondencia que sostuvo Grau –luego del Combate de Iquique– con la esposa del comandante chileno Arturo Prat (Carmela Carvajal) en la cripta que guarda sus restos es algo que emociona y permite entender la grandeza del personaje.
Por suerte para nuestro país y para quienes queremos seguir viviendo aquí, esa grandeza sigue existiendo. La hemos visto en el trabajo de médicos, enfermeras y personal de salud durante la pandemia. Existe en muchos profesores de escuelas rurales que ponen de la suya para atender las necesidades de sus alumnos. Actuar solo con el ánimo de servir y estar dispuesto a ir más allá del deber los caracteriza.
El Premio a las Buenas Prácticas en Gestión Pública otorgado por Ciudadanos al Día (CAD) lleva 19 años tratando de visibilizar y reconocer los esfuerzos realizados por muchos de estos funcionarios. En la última edición, se han certificado 157 buenas prácticas, 24 de las cuales han sido premiadas (https://premiobpg.pe/ganadores/). Destaco algunas.
La Sunarp ha sido premiada por haber generado un módulo que permite a cualquier ciudadano el acceso gratuito a información registral (Conoce Aquí). Este módulo puede ser consultado de manera virtual durante las 24 horas. Esto reduce costos de transacción y facilita los trámites de registro.
El Indecopi ha sido premiado por el desarrollo de un programa de fiscalización eficiente e inteligente para la eliminación de barreras burocráticas en regiones. Usar el garrote con entidades públicas de provincias no parece ser muy inteligente, cuando el incumplimiento está más asociado al desconocimiento que a la necedad. El reconocimiento por la eliminación voluntaria parece una mejor estrategia.
El Programa Nacional de Apoyo Directo a los más Pobres-Juntos ha sido reconocido por la implementación de un programa de acompañamiento a jóvenes destacados del quinto año de secundaria en Ayacucho. Se busca que postulen al programa Beca 18. La falta de información y confianza del estudiante y su familia en el sistema puede inhibir postulaciones. Gracias al programa, lograron que 900 alumnos presenten aplicaciones, 113 fueran preseleccionados y 43 accedan a la beca.
Nadie les pidió que lo hicieran. Nadie les pagó un adicional por hacerlo. Simplemente lo hicieron. Fueron más allá de su deber. El espíritu de Grau sigue vivo en ellos. ¡No se rindan!