El mes pasado dos jueces en el Estado de Nueva York han emitido decisiones autorizando que pacientes hospitalizados en situación crítica sean tratados con ivermectina, según información publicada por una revista digital enfocada en investigaciones médicas (trialsitenews.com).
El reporte detalla que una paciente de 80 años con coronavirus ingresó a la unidad de cuidados intensivos de un hospital. A insistencia del hijo de la señora, esta unidad le administró ivermectina. A las 48 horas, debido a la mejoría de la paciente, se le trasladó a otra unidad del hospital en la que los doctores se rehusaron a seguir administrando el antiparasitario. A los pocos días de su internamiento, la familia de la paciente inició acciones judiciales, logrando que el juez ordene al hospital que se administre la ivermectina de inmediato, a pesar de ser un medicamento que aún no ha sido aprobado por la autoridad competente en los Estados Unidos.
Lo resuelto por estos jueces en Nueva York se alinea con la norma promulgada en los Estados Unidos en el 2018 denominada “The Right to Try”, que permite acceso a tratamientos y medicamentos no aprobados para personas en condiciones médicas que amenacen su vida.
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Decisiones judiciales y normas como estas nos muestran el dilema de priorizar o no el derecho individual de las personas al acceso a tratamientos experimentales o medicamentos para usos no aprobados. Frente a este derecho individual existe un interés público de salvaguardar la salud de la población mediante la administración únicamente de tratamientos o medicamentos autorizados.
Ante una pandemia que nunca acaba, un virus que sigue mutando y a la espera de una vacuna para todos los peruanos, nos preguntamos: ¿Si está en juego nuestra vida, tenemos o no el derecho de exigir que un hospital nos administre un medicamento para un uso no aprobado?
En el Perú cada uno de nosotros tiene el derecho fundamental y constitucional de proteger su salud y su organismo para estar en buenas condiciones físicas y psíquicas. La salud es esencial para resguardar el derecho a la vida.
Sin embargo, son las autoridades de salud las competentes para emitir las regulaciones y documentos técnicos vinculados al uso de los medicamentos. Particularmente, en el caso del coronavirus, el Ministerio de Salud (Minsa) ha excluido el uso de la ivermectina, la azitromicina y otros medicamentos en pacientes hospitalizados y ha priorizado el uso del oxígeno medicinal para el tratamiento de esta enfermedad.
Así, frente al coronavirus, nuestras autoridades no reconocen el derecho individual a exigir tratamientos con medicamentos cuyo uso no esté aprobado. Por lo tanto, los pacientes COVID-19 que se encuentren en hospitales se someterán únicamente a tratamientos debidamente autorizados por el Minsa.
Ante este contexto, tenemos una mayor responsabilidad de tomar las medidas preventivas que eviten el contagio del coronavirus. Recordemos como señaló Eurípides que tan solo hay una vida para cada uno de nosotros: nuestra propia vida. A cuidarla.
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