En los últimos días las buenas noticias para las pequeñas empresas han sido pocas. Entre la inflación, el aumento de los costos de la energía y un futuro económico incierto, los directores y los altos ejecutivos tienen mucho que hacer. Como si eso no fuera suficiente, hay un desafío igualmente apremiante al que se enfrentan: la guerra de talentos.
Empresas de todos los tamaños se enfrentan a cierto nivel de competencia por la búsqueda de talento, especialmente porque los modelos de trabajo desde casa han ampliado el grupo de talentos global y empujado a los empleados potenciales al asiento del conductor. Las empresas maduras pueden estar propensas a perder talento frente a empresas como startups que navegan hacia una OPI, o luchar con la retención cuando los empleados sienten que solo son un engranaje en una rueda enorme.
"El 70 % de la generación Z y el 62 % de los millennials prefieren una modalidad de trabajo híbrido o remoto y muchos se inclinan por un horario de trabajo más flexible".
Mientras tanto, a las pequeñas y medianas empresas (PYMES) les resulta difícil competir con gigantes que pueden ofrecer estabilidad, salarios imponentes incluso para el trabajo remoto, o tentadores beneficios y ventajas. Además, las PYMES suelen estar tan enfocadas en la supervivencia que la innovación y el crecimiento pasan a segunda prioridad, dejando de lado nuevos talentos que a menudo buscan empresas más innovadoras. Y cuando las estrellas se alinean y una PYME puede reclutar a una superestrella, pero luego no puede retenerla, el golpe es mucho más fuerte que en una empresa más grande, que tiene más dinero en efectivo y equipos más grandes y segmentados para capear la pérdida.
Lo que las PYMES deben tener en cuenta, es que se perjudican a sí mismas si piensan que la guerra de talentos es solo por dinero. Ofrecer un salario competitivo es crucial, pero no es la razón ni el principal motivador para dejar un trabajo. Según la Cámara de Comercio de Lima, En el Perú existen alrededor de 3 millones de pequeñas y medianas empresas (pymes), pero sólo el 5,8% de estos negocios tiene acceso a algún tipo de financiamiento de la banca tradicional, señaló Rodolfo Ojeda, de la Asociación de Pequeños Empresarios de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), quien consideró que esto “es un gran problema” dado que, en el contexto actual y ante la falta de liquidez, las pymes necesitan crédito para reactivarse. El funcionario también señaló que existen regulaciones vigentes que afectan a las PYMES, entre ellas el nuevo reglamento de garantías mobiliarias, que busca que las pequeñas empresas puedan financiar sus negocios con bienes muebles (maquinaria, autos, etc.). Sin embargo, según él, la regulación no ha favorecido a la mayoría de estas unidades productivas.
"Si bien las generaciones pasadas pueden haber dicho que sí al primer trabajo que apareció, las contrataciones de la Generación Z tienen como objetivo encontrar el ajuste adecuado".
Dale a tu talento herramientas que los incentiven a ser más innovadores. En un encuesta que Deloitte realizó a 301 personas de la generación Z y 100 millenials en Perú, además de una mejor compensación, las personas consultadas manifestaron que una de sus prioridades es lograr un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal. En este contexto, consideran que el trabajo flexible es una forma de encontrar un punto de equilibrio, tanto para ahorrar dinero como para dedicar más tiempo a las personas y actividades que les importan. Por eso, el 70 % de la generación Z y el 62 % de los millennials prefieren una modalidad de trabajo híbrido o remoto y muchos se inclinan por un horario de trabajo más flexible.
Sé honesto sobre lo que puedes y no puedes hacer. Echa un vistazo sin ego a tus debilidades o los problemas técnicos que atascan el día a día, y pregúntate dónde puedes aprovechar herramientas como la computación en la nube, las herramientas estándar de AI/ML, etc. Si puedes comprar una herramienta o servicio que signifique un 25 % más de dinero, pero que lo puedes adquirir un 50% más rápido, vale la pena. Lo más probable es que tomaría más tiempo y sería más costoso construir de manera autónoma. Además de liberar presión a la parte técnica, abres la posibilidad de que los mejores talentos se enfoquen en otras cosas de igual relevancia.
" A veces, los líderes tienen que tomar decisiones difíciles, pero como pequeña empresa, tiene el poder de asegurarse de que sus empleados se sientan más escuchados y valorados que en una organización más grande y burocrática".
No subestimes la importancia de construir tu marca. Si bien las generaciones pasadas pueden haber dicho que sí al primer trabajo que apareció, las contrataciones de la Generación Z tienen como objetivo encontrar el ajuste adecuado. En este sentido, por ejemplo, la generación Z y los millennials quieren que sus empleados inviertan en acciones medioambientales visibles y cotidianas en las que tengan la oportunidad de participar directamente.
Dedica tiempo a utilizar los recursos de capacitación y mejora de las habilidades. Debido a que la vida de una pequeña empresa puede sentirse como una rueda de supervivencia, puede ser difícil alentar a los empleados a dedicar un tiempo valioso a herramientas educativas o clases de mejora de habilidades. Siempre que sea posible, aprovecha los recursos, desde videos de capacitación y seminarios webs virtuales, algunos de los cuales funcionarán con el horario de cualquier persona. Y los beneficios son dobles: no solo mantiene a sus empleados interesados y comprometidos con el trabajo, sino que las habilidades que están aprendiendo también los ayudarán a diseñar los productos más fuertes y atractivos que demandan sus clientes.
No tengas miedo de un pequeño desacuerdo. A veces, los líderes tienen que tomar decisiones difíciles, pero como pequeña empresa, tiene el poder de asegurarse de que sus empleados se sientan más escuchados y valorados que en una organización más grande y burocrática. A través de registros personales, reuniones de equipo y un constante feedback puede crear una atmósfera en la que todos entiendan el panorama general y trabajen juntos para lograr los objetivos más grandes de la empresa.
La realidad es que, en el panorama económico incierto de hoy, donde las empresas se enfocan en mantener las luces encendidas y producir, el costo de la rotación de empleados es significativo, y no solo en términos monetarios. La productividad disminuye y alcanzar el nivel óptimo de rendimiento puede demorar desde 6 meses hasta 1 año, razón más que suficiente para explorar nuevas formas de involucrar, inspirar y retener a su mejor talento.