José Larrabure

En los últimos dos años, un gran número de afiliados al Sistema Privado de Pensiones (SPP) realizó retiros de sus fondos de pensiones. Hoy, un nuevo proyecto de Ley de retiro de fondos ha sido aprobado en la Comisión de Economía del Congreso. Aunque muchas personas puedan creer que los grandes afectados por estos retiros son las empresas que administran los fondos de pensiones (AFP), somos todos los peruanos los que sufrimos y sufriremos sus consecuencias negativas y poco se habla de esto.

Un primer impacto negativo se daría a nivel del mercado de capitales local, al elevarse significativamente el costo de financiamiento de empresas y el Estado peruano, dado que las AFP son los principales inversionistas del mercado. Mayor aun será el impacto en la demanda de instrumentos menos líquidos, pero muy necesarios para financiar el crecimiento de ciertos mercados como el sector inmobiliario, así como el desarrollo de la infraestructura del país.

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No serán los bancos ni las corporaciones los más afectados por el incremento en su costo de financiamiento, ya que estos eventualmente tienen acceso al financiamiento desde el exterior. Somos los ciudadanos de a pie quienes nos vemos más impactados y el efecto vendrá por diversos frentes. Nuevos retiros incrementarían el costo de financiamiento de créditos de consumo e hipotecarios a raíz de que la liquidez en los bancos se vería afectada por retiros de depósitos de las AFP, así como una menor demanda de sus bonos que son la principal fuente de financiamiento de largo plazo de las entidades financieras. Específicamente, los créditos hipotecarios no sólo sufrirían un incremento en su costo sino una reducción en sus plazos, lo cual también impactaría en la cuota mensual a pagar y por ende en la capacidad de las personas para acceder a una vivienda. Adicionalmente, los retiros harían que las AFP vendan bonos y acciones locales afectando sus precios, impactando el valor de los fondos de todos los afiliados y deteriorando sus pensiones futuras. Por último, la población en general se vería afectada por un alza en los precios, ya que buena parte de los fondos retirados se gastarían en el corto plazo, aumentando la demanda de productos y servicios.

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A largo plazo también se generaría un problema social y fiscal, dado que una buena parte de los afiliados que deciden retirar sus fondos de sus cuentas previsionales se quedarán sin pensión o verán reducidas sus pensiones. Por ello, se terminaría generando un incremento en el costo de programas solidarios como Pensión 65, desencadenando una mayor carga fiscal para el Estado que derive en una necesidad de mayores impuestos para financiarlo.

Éstos son sólo algunos de los efectos negativos que afectarían a todos los peruanos de continuarse con esta ola de retiros de fondos del SPP, que ha sido la gran fuente de ahorro interno para el Perú en los últimos 25 años y que ha sido clave para el desarrollo del mercado de capitales peruano, permitiendo que tanto empresas como las personas puedan acceder a créditos con tasas y condiciones competitivas a nivel internacional.

José Larrabure CFA y Gerente de Inversiones de Prima AFP

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