La aparición y rápida expansión del coronavirus tiene al mundo entero en medio de una gran incertidumbre. Qué y cómo hacer para detener al virus es una preocupación que tiene a todos trabajando de manera incansable.
La construcción rápida de infraestructura hospitalaria en China y los bloqueos en Italia y España son acciones que el Perú, en su propia escala, está tomando.
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No obstante, vale la pena revisar el caso de Corea del Sur. Desde la aparición de sus primeros treinta casos el 20 de enero, el Gobierno Coreano ha tenido como elemento clave la capacidad de diagnosticar el virus de forma rápida y precisa.
Para las autoridades surcoreanas, la disminución de los casos se ha debido a la colaboración ciudadana, la comunicación frecuente y veraz y la realización de pruebas de diagnóstico a gran escala.
De hecho, Corea del Sur es capaz de procesar 15 mil pruebas diarias. Además, se ha desplegado un “ejército” de profesionales de la salud para realizar pruebas más allá de hacerlo en el establecimiento de salud.
Por ejemplo, en estaciones de autoservicio se llevan a cabo pruebas que toman diez minutos y cuyos resultados se envían luego por mensajes de texto. Sin duda, la tecnología está jugando un papel importante.
El Ministerio del Interior y Seguridad coreano ha desarrollado una aplicación que permite monitorear la presencia de síntomas y mantener contacto permanente con los profesionales de salud y trazabilidad.
De esta manera, se ayuda también a focalizar y contener potenciales contagios. Finalmente, el haber experimentado el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) en el 2015 ha llevado al Gobierno Coreano a elaborar protocolos para enfrentar futuras crisis, como la aparición del coronavirus.
Estas acciones, además de tener un impacto directo en la propagación exponencial del virus, tendrán efectos positivos en la economía. En el Perú, el gobierno ya ha destinado S/165 millones para el sector educación y S/100 millones para el de salud.
Este estímulo fiscal debe estar acompañado por la agilización de los procesos de compras de las pruebas y la habilitación de las escuelas.
En ese sentido, es importante y necesario que el Ministerio de Salud, el sector privado y los laboratorios trabajen de la mano, a fin de elevar rápidamente el abastecimiento de las pruebas.
Mantengamos la calma, no caigamos en la desesperación que lleva a desabastecer los mercados, evitemos la burla a la situación y respetemos las medidas implementadas por nuestras autoridades.
Permanezcamos unidos y aportemos a detener la propagación del virus: lavarse las manos, distanciamiento social y evitar tocarse el rostro.
Tal como el caso coreano, esta situación nos debe llevar a tener listos protocolos y desarrollar la tecnología para enfrentar futuras emergencias y desastres, como lo fue el terremoto de Pisco en el 2007, el fenómeno de El Niño en el 2017 y, ahora, el coronavirus.