Desastres Panamericanos, por Cecilia Blume
Desastres Panamericanos, por Cecilia Blume
Redacción EC

En el 2013, el Perú ganó el derecho a ser sede de los ganándole a Chile, Venezuela y Argentina. Luego de los Juegos Olímpicos y del Mundial de Fútbol, son el campeonato deportivo más importante del mundo. El país entero celebró. Los Juegos no solo pondrían al Perú en el radar del mundo, sino que servirían para que nuestros deportistas dieran el ejemplo en un país donde la droga, la falta de oportunidades y otras carencias hacen que las generaciones jóvenes no tengan oportunidades de soñar en grande.

En febrero de este año empezaron las lluvias y los huaicos en la sierra de Lima. Hoy son veinte las regiones afectadas por las lluvias y aluviones que barren con todo. Lo peor es que seguirá lloviendo. Los expertos señalan que desde El Niño de 1998 no había un fenómeno parecido. Y no lo vimos venir. Las acequias están sucias, los drenajes no funcionan, hay casas construidas en los cauces de los ríos y hasta las vacas son arrasadas por las aguas.

Frente a estos desastres, ¿debemos suspender los Panamericanos que cuestan unos US$1.500 millones? Parecería que pagar US$50 millones de multa es un mal menor, pues la reconstrucción costará mucho más.

Pero, ¿por qué juntar los Panamericanos con el desastre causado por las lluvias? Si de ahorrar se trata, probablemente suspender la modernización de la refinería de Talara, un elefante blanco, sea mucho más racional, a pesar de las multas y arbitrajes que perderemos. Además, el MEF y el presidente han reiterado que está el dinero para reconstruir –la prioridad– y que también hay para los Panamericanos. ¿Por qué, entonces, este falso dilema? ¿Es que la política entra en los desastres?

Quizá consideramos a los Panamericanos poco útiles y hasta frívolos. Casi como gastar dinero público en un concurso de belleza. Es fácil sostener que se está dilapidando, cuando en realidad deberíamos asegurarnos de hacer unos buenos Panamericanos que sirvan para que el deporte, por fin, forme parte del desarrollo nacional.

El deporte mejora la salud, enseña disciplina, trabajo en equipo, coordinación, tolerancia, solidaridad, entre otras virtudes. Cuando además se representa al país, es la ‘camiseta’ Perú la que está en juego. Debemos exigir a nuestros gobernantes cumplir con la palabra del país y hacer los Panamericanos y, prioritariamente y sin excusas, que este gobierno demuestre que sí puede reconstruir el país.

La naturaleza, a pesar de la tragedia, le está dando la oportunidad a Kuczynski de demostrar que su gobierno tiene capacidad de gestión, pero sobre todo que tiene palabra.

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