La crisis alimentaria que atraviesa el Perú es un problema que afecta a millones de personas y que exige la atención y el compromiso de todos. El sector agrícola es uno de los más afectados y, ante esta situación, el sector privado tiene un papel clave que desempeñar.
Esta situación no es ajena a nadie, poco a poco vamos sintiendo el impacto de esta crisis en el incremento progresivo del precio de los alimentos de la canasta básica. Es probable que para muchos esto no sea un tema decisivo para elegir si comprar o no tal o cual producto, sin embargo, como señala Carolina Trivelli en su columna “La Mirada: Hambre”, utilizando como base una encuesta de opinión del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) de este 2023, durante los últimos tres meses, el 66% de peruanos, o cerca de 7 de cada 10 personas, han tenido que reducir su consumo de alimentos debido a la inflación.
El sector agroindustrial es históricamente un motor importante de la economía peruana y más de 33 millones de peruanos son abastecidos diariamente con los maravillosos alimentos que produce. Sin embargo, la crisis mundial ha hecho que tengamos que replantear las estrategias y formas de cultivo, riego, fertilización, prevención, producción y distribución en esta área. Nos enfrentamos a una situación local preocupante, ya que 13 de las 24 regiones del país han reducido sus áreas de cultivo por falta de fertilizantes y se prevé que la producción de papa en la presente campaña agrícola se reduzca en un 11,5%, en comparación con el promedio de las últimas 5 campañas, lo que pondría en riesgo a millones de peruanos.
Además, nuestro Perú se ha convertido en el país con mayor inseguridad alimentaria de la región, ya que actualmente, aproximadamente 16,6 millones de personas, más de la mitad de la población, no tiene acceso regular a alimentos suficientes, seguros y nutritivos. En este contexto, como sociedad debemos unir esfuerzos para superar estos retos y es importante que las empresas privadas se comprometan a trabajar en pro de soluciones a largo plazo. Hoy más que nunca es fundamental tomar este reto y, a través de un propósito compartido, convertirlo en una oportunidad de crecimiento y desarrollo para todos.
Desde PepsiCo estamos comprometidos con el desarrollo del agro peruano y en generar una mejor calidad de vida para las comunidades en las que operamos. Venimos utilizamos como materia prima insumos peruanos como papa, camote y maíz; lo que nos ha permitido posicionarnos como el principal comprador de papa industrial en el país. Es por eso que en este mes de la papa (30 de mayo - Día Nacional de la papa), queremos promover la inclusión social y económica de los agricultores, entendiendo que son ellos el primer eslabón de la cadena que puede aliviar esta crisis alimentaria y sostener a miles de familias en todo el país. Por ello, buscamos fortalecer la cadena de valor de la papa a través de una acción que nos una: la Papatón.
Esta iniciativa, que conforman nuestra marca Lay’s, hecha con papa peruana y el Banco de Alimentos Perú (BAP), busca apoyar a miles de peruanos que están padeciendo de esta crisis alimentaria. A través de este proyecto se compra papa a agricultores huanuqueños, la cual luego será donada a la comunidad del BAP y distribuida a cientos de ollas comunes, comedores populares, albergues y demás organizaciones que se encargan de alimentar a quienes más lo necesitan.
Esta crisis alimentaria es algo que nos afecta a todos, sin excepción. Desde las familias que luchan por llegar a fin de mes con alimentos suficientes, hasta los agricultores que dependen de sus cosechas para sobrevivir. Desde las empresas que deben adaptarse a las nuevas condiciones del mercado, hasta los gobiernos que deben tomar medidas para garantizar la seguridad alimentaria de sus ciudadanos. El momento de ayudar es hoy. Invitamos a todos los peruanos a unirse a la Papatón 2023, realizando una donación a través de la web del Banco de Alimentos Perú. Sabemos que juntos podemos hacer la diferencia.