Raúl Benavides Ganoza

Hace algunos años, un entonces presidente de la Sociedad Nacional de Industrias, me increpó diciendo que los mineros deberíamos promover un Senati minero siguiendo el ejemplo de los industriales. Tuve que decirle que ya existía un Senati minero que fue fundado hace 21 años. Además, es una institución sin fines de lucro.

Luego le conté toda la historia que se origina en la Universidad Nacional de Ingeniería por la necesidad de formar personal de mando medio en la industria minera que además de aprender de la experiencia tenga los conocimientos necesarios técnicos y administrativos para dirigir una operación minera de manera profesional.

Fue entonces con el primer apoyo de la UNI y luego con el apoyo de la cooperación canadiense y la participación de Cegep, una escuela Técnica de Quebec que nos enseñó la metodología de enseñanza por competencias, que surgió Cetemin.

En los inicios operamos en unas instalaciones antiguas de la mina Perubar que pudimos alquilar a Ferrovias Central Andina, unas cuantas carpetas, pizarras y catres para que los estudiantes pudieran dormir y tener una educación intensiva al tener que pernoctar en las instalaciones.

Hoy, 21 años después podemos mostrar tres campus de primer mundo con talleres muy bien equipados, con laboratorios completos para las distintas diciplinas, dormitorios para los alumnos, equipos pesados (que son armados y desarmados por los estudiantes), etc. Tenemos dos campus en Chosica y uno en Vitor, Arequipa. Contamos además con una mina escuela en Hualgayoc, Cajamarca, donde los alumnos pueden tener una experiencia única en el país en una mina real.

Lo más importante, sin embargo, es que les ofrecemos títulos de técnicos en 11 meses, lo que otras escuelas técnicas demoran 2 o 3 años. La razón es que el internado permite a jovenes y profesores tener más horas de clase durante el día e interactuar en los talleres y laboratorios después de clases.

La satisfacción que tenemos es que hemos trasladado la escuela a prácticamente todas las minas del Perú y hemos capacitado a pobladores del entorno de tal manera que tengan las competencias requeridas para acceder a las plazas de trabajo que se generan en las operaciones mineras cercanas a sus pueblos.

Es muy difícil para un joven que vive fuera de Lima poder ir hasta la capital para estudiar, sin embargo, con Cetemin lo puede lograr, porque el alumno ingresa a la sede de Cetemin a las 8 de la mañana el lunes y se queda allí hasta el viernes en la tarde, eso le permite no ocuparse por conseguir un cuarto en la ciudad y tampoco ocuparse de las comidas. Algunos muchachos, que no cuentan con parientes en la ciudad, se quedan en nuestras instalaciones durante el fin de semana evitando los peligros de la ciudad. En las sedes tienen campos deportivos y piscinas para distraerse.

Lo que hemos logrado es movilidad social, pues los jóvenes que acuden a nosotros por lo general no cuentan con suficientes recursos económicos para acceder a una educación de calidad, Cetemin les ofrece una formación en tiempo corto que les permite adquirir las competencias necesarias para trabajar en una mina, una industria y en el municipio de su localidad.

Por transparencia y porque me siento muy orgulloso, debo decir que fui y soy desde la fundación presidente del consejo directivo de Cetemin.

En respuesta a mi amigo expresidente de la SNI, debo insistirle: Tenemos un Senati minero y competimos con Senati dando educación de calidad en el país a nuestros jóvenes con ventajas y características únicas que ningún otro instituto del país puede otorgar.

Debo destacar que Tecsup, que es el instituto de educación técnica más destacado del país fue fundado por don Luis Hochschild, y que hoy lo sigue liderando su hijo Eduardo. Esta experiencia luego ha sido trasladada a Utec que es ya la mejor universidad tecnológica del país…y también son mineros.