Sector Educación tendrá la mayor parte del presupuesto 2017
Sector Educación tendrá la mayor parte del presupuesto 2017
Redacción EC

Por Walter Bayly, Gerente general del Banco de Crédito BCP

Uno de los principales retos que enfrenta nuestro país es el de cómo lograr mejoras radicales en la .

Si bien las evaluaciones que realiza el Minedu dan cuenta del progreso en los aprendizajes en primaria, los avances generales palidecen frente a la magnitud del problema. Somos coleros en la tabla de posiciones de la prueba PISA y la distancia que nos separa de los países de la OCDE resulta aplastante.

Si no encaramos con determinación y coraje la transformación de nuestra educación, no seremos capaces de alcanzar las altas tasas de crecimiento que el Perú necesita para derrotar la pobreza.

Para ello no bastará con pequeñas mejoras incrementales, sino que hace falta una transformación rupturista. Parafraseando el lema del último CADE por la Educación: tenemos que imaginar esta fuera de la caja. 

—El rol empresarial—

Varios estudios dan cuenta de la creciente dificultad que ya enfrentan las empresas para reclutar colaboradores con las habilidades cognitivas y blandas básicas indispensables. Si no abordamos con prontitud este problema, el déficit de calidad educativa se puede volver un obstáculo infranqueable para el crecimiento.

Felizmente los principales actores involucrados, desde padres, estudiantes y maestros, pasando por el Estado, los medios  y los propios empresarios, hemos tomado conciencia plena de la importancia de la educación para la construcción de un país próspero e inclusivo.

Iniciativas como las desplegadas por IPAE y su programa de Escuelas Exitosas, así como las de Empresarios por la Educación, son muestra palpable del compromiso corporativo con un tema que debiera movilizarnos a todos.

Por primera vez en mucho tiempo disponemos de una política de Estado en materia educativa. Ese esfuerzo integral no se agota con el incremento presupuestal, sino que pasa también por reforzar la meritocracia magisterial y mejorar los ingresos de los docentes. Sabemos que el factor más importante para apuntalar los aprendizajes son los maestros. En ese sentido, necesitamos redoblar nuestros esfuerzos para mejorar sus competencias y atraer jóvenes más talentosos al magisterio.

Otro ámbito en el que hay importantes déficits que cerrar es el de la infraestructura educativa (S/70.000 millones). El sector privado puede jugar un papel muy importante en esa tarea a través del mecanismo de obras por impuestos. Sin embargo, para ello resulta indispensable desburocratizar la operatividad del mecanismo, eliminando aquellas trabas que obstaculizan la implementación de los proyectos.

El empresariado también podría usar el mismo esquema para contribuir con la capacitación de maestros, gestión de colegios e implementación de experiencias piloto que permitan introducir mejores prácticas en las escuelas. Algunas de estas fórmulas ya vienen siendo ensayadas con éxito por varios colegios privados que han adoptado nuevos modelos que enfatizan la creatividad y otras habilidades necesarias para la empleabilidad.  

El problema educativo nos afecta a todos y no podemos darnos el lujo de no involucrarnos en su solución. Los empresarios tenemos mucho que aportar. Solo necesitamos un entorno facilitador libre de trabas para hacerlo.