Desde que inició Camisea, el uso del gas natural en el Perú ha impactado de manera directa en la economía y la calidad de vida de miles de peruanos. Este recurso nacional ha demostrado ser un pilar clave en la creación de un entorno más saludable y sostenible, siendo el puntapié inicial en la transición hacia energías más limpias. Este impacto es contundente y se ve reflejado en diversos estudios que se han realizado con motivo de los 20 años del proyecto Camisea.
De acuerdo a la consultora Libélula, entre el 2005 y el 2030, el uso de gas natural habrá evitado la emisión de 102 millones de toneladas de gases de efecto invernadero (GEI), lo que equivale a conservar 187.000 hectáreas de selva.
Además, se estima que el uso de este recurso habrá prevenido más de 3.000 muertes prematuras relacionadas con enfermedades graves como el cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas, así como la hospitalización de 1.600 personas y más de 1,3 millones de casos de asma. El impacto en el sistema de salud también se ha traducido en un ahorro de aproximadamente S/ 1.595 millones en gastos médicos.
El beneficio no se detiene en el ámbito de la salud. Según un informe presentado en setiembre por Macroconsult, en el cual se analizó el rol del Consorcio Camisea, TGP y Cálidda, el impacto económico del gas natural sobre el PBI ha sido muy importante para la economía de nuestro país. Entre 2004 y 2023, estas tres empresas generaron un aporte total, directo e indirecto, de más de S/ 203 mil millones al PBI, lo que representó el 2,3% del PBI del país.
Además, la operación de Camisea ha generado más de 56 mil empleos; contribuido al fisco, mediante el Impuesto a la Renta de tercera categoría, con más de S/ 22 mil millones, y mediante regalías, con cerca de S/ 45 mil millones. Estos desembolsos permitieron una reducción del déficit fiscal de aproximadamente 30% entre el 2004 y el 2023.
En perspectiva, este monto podría haber financiado la construcción de 277 hospitales con capacidad para 109 mil camas, 1.055 Colegios de Alto Rendimiento (COAR), o 21 mil kilómetros de carreteras, lo que equivale a recorrer la distancia de Tumbes a Tacna ocho veces.
En cuanto al impacto en los hogares, los usuarios de gas natural de Camisea ahorraron S/ 414 mil millones en el periodo de análisis, consolidándolo como una solución clave para mejorar la economía familiar y la sostenibilidad a nivel comunitario. Sin embargo, este ahorro podría ser mucho mayor. Según el Informe del Gas Natural de Promigas, en 2022 solo el 17% de la población tenía acceso a este servicio. Masificar el uso de este recurso es vital para garantizar que más familias peruanas se beneficien de esta fuente de energía sostenible, económica y 100% peruana.
Para lograrlo, debemos trabajar juntos, sector público y privado, buscando soluciones técnicas y económicas que permitan aumentar su cobertura, enfocándonos, sobre todo, en llegar a los sectores más vulnerables.
El Perú y todos los peruanos merecen este esfuerzo compartido, y el futuro energético del país depende de que trabajemos juntos para lograrlo.