Crédito 18: siete preguntas sobre este préstamo educativo
Crédito 18: siete preguntas sobre este préstamo educativo
Redacción EC

¿En qué estado recibirá la economía el nuevo gobierno? Dentro de lo positivo, destacan tres elementos. El primero, las fortalezas macroeconómicas que actualmente exhibe el país, como un bajo nivel de endeudamiento público y una elevada disponibilidad de reservas internacionales, lo que otorgará cierto margen de maniobra a la nueva administración para atenuar los impactos de eventuales choques provenientes del exterior.

Otro aspecto favorable que heredará el nuevo gobierno son los grandes proyectos de infraestructura que ya están concesionados e, incluso, en ejecución. Si bien algunos de estos enfrentan inconvenientes que están retrasando su construcción (problemas de financiamiento, por ejemplo), estos son subsanables, por lo que el desarrollo de la infraestructura dará soporte al crecimiento en los próximos años.

Finalmente, las nuevas autoridades recibirán reformas interesantes en curso como las de los sectores educación, salud y la del servicio civil.

De otro lado, el gobierno entrante tendrá que enfrentar desafíos enormes. El más urgente es impulsar el crecimiento económico. En el corto plazo, esto requerirá medidas que mantengan la economía creciendo alrededor de su ritmo potencial, que estimamos se ubica cerca de 4%.

Pero el reto mayor será acelerar la tendencia de crecimiento de mediano plazo, para generar suficiente empleo que permita absorber a los jóvenes que, por primera vez, buscan empleo cada año (unos 250 mil). Esto requiere que la economía crezca entre 4,0% y 4,5%.

Asimismo, un crecimiento más robusto es la única forma de seguir reduciendo la pobreza de manera permanente y sostenible. Nótese que, en un entorno de bajo crecimiento de la economía y de los ingresos, en los dos últimos años la pobreza ha caído solo por el efecto de las transferencias de los programas sociales y no por la expansión de la economía. Sin crecimiento, la pobreza prácticamente se ha estancado.

Para acelerar el crecimiento potencial se deberá incrementar la productividad, reducir la informalidad y dar incentivos para relanzar la inversión y la acumulación de capital. Una forma de lograr ambos objetivos en poco tiempo es flexibilizar el mercado laboral (tema ausente durante la segunda vuelta electoral).

De esta forma, muchos trabajadores y emprendedores dedicados a actividades informales y de baja productividad podrían ser absorbidos por el sector formal, donde estarían mejor equipados y bajo condiciones laborales idóneas que elevarían su productividad. Por otro lado, la inversión podría impulsarse con la reducción de las trabas burocráticas, lo que posiblemente requerirá apoyo al más alto nivel gubernamental.

Más allá de las coincidencias o discrepancias con las propuestas que el equipo económico del próximo presidente ha lanzado, se debe consensuar una agenda mínima que evite que nos quedemos atrapados en un equilibrio de bajo crecimiento. Productividad, flexibilidad laboral e inversión pueden ser los ejes de este consenso. No hay tiempo que perder.