El calentamiento global es un problema causado principalmente por las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que capturan el calor de rayos solares que impactan la superficie del planeta. Hasta el año 2020, la Organización Mundial de Meteorología reveló que, en los últimos seis años, las temperaturas registradas fueron las más cálidas desde la era preindustrial (1880). Esta misma institución, estima que hay un 20% de probabilidad de que a partir del 2024 las temperaturas superen los 1,5°C, cifra que confirma el riesgo para los ecosistemas terrestres y oceánicos.
Los efectos del calentamiento global se ven cada vez más cercanos a nuestro país y las consecuencias de mayor intensidad se verán en el abastecimiento de agua natural en las ciudades costeñas como Lima que posee el 30% de la población del país. Asimismo, en procesos erosivos y huaicos, bloqueando poblaciones, afectando la infraestructura de comunicaciones, desertificación andina y con ello problemas en el abastecimiento de alimentos, entre otros.
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El incremento de la actividad humana sin conciencia de su impacto en el proceso de calentamiento del planeta es lo que nos está conduciendo a un desbalance ecosistémico sin precedentes. Los sectores industriales con mayores emisiones de GEI a nivel global son: la generación de energía basada en combustibles fósiles, la industria del petróleo, el transporte, la industria de alimentos y la industria de la moda. Específicamente la industria de cemento aporta, en promedio, el 5% de las emisiones globales. En el Perú, al 2016, la industria de cemento representó el 2% de las emisiones de CO2 equivalente, de acuerdo con el reporte anual del INEI.
Ante este escenario, desde el 2018, la Asociación Global de Cemento y Concreto (GCCA), ha concentrado sus esfuerzos en la sostenibilidad de la industria. Desde el 2019, la GCCA asume la Iniciativa de Sostenibilidad del Cemento (CSI), para reducir las emisiones totales entre 20% y 25% al año 2030. Y, desde finales del 2021, la GCCA se compromete a producir concreto neutro en carbono para el 2050.
Para tal fin, se determina la Hoja de Ruta para contribuir a limitar el calentamiento global a 1,5°C a través de diversas acciones como la reducción del contenido de clínker en el cemento y en el hormigón, incrementar la eficiencia energética del proceso de fabricación, uso de combustibles alternativos provenientes de residuos sólidos y el suministro de fuentes renovables de electricidad.
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Durante los últimos 30 años, la industria de cemento en el Perú y las empresas del sector han trabajado por lograr una reducción de toneladas de CO2-eq del orden de 20%. En el caso de UNACEM Perú, la compañía busca alcanzar la carbononeutralidad al 2050, articulando el esfuerzo conjunto en sus Unidades de Negocio para lograrlo. Y es a través de la Declaración de Carbononeutralidad al 2050, alineado a la Hoja de Ruta de Cemento Perú (publicado por FICEM), que la empresa ratifica su visión en la disminución del porcentaje de clínker en sus productos, para alcanzar en promedio los 520 kg CO2 por tonelada de producto cementicio en el 2030.
Ahora, ¿cómo podemos lograr la meta de carbono neutral? Es indispensable el trabajo en conjunto entre la empresa y los demás actores de la sociedad. Serán indispensables la sinergia con el Estado, enfocadas en el marco regulatorio de incentivo técnico, sobre todo en el uso de los combustibles derivados de residuos (CDR). De igual manera, con la academia, se deberá difundir las características técnicas de los cementos bajo de carbono para que se brinden los sustentos ingenieriles en los criterios constructivos. Finalmente, desde el mercado, tenemos el objetivo de dar a conocer las bondades de los cementos bajo de carbono y su correcta aplicabilidad de acuerdo con las especificaciones constructivas.