Jorge Castro Uriol

Los terribles sucesos acontecidos desde el 7 de octubre, que empezaron con el sorpresivo y coordinado ataque del grupo terrorista Hamas hacia población civil y la posterior respuesta del gobierno israelí hacia la franja de Gaza, nos recuerda que el persistente conflicto entre Palestina e Israel, enraizado en décadas de violentas disputas territoriales y políticas, se ha convertido en un trágico recordatorio de la frágil coexistencia en Oriente Medio. La falta de avances hacia una resolución pacífica no solo viene cobrando miles de vidas en ambos bandos, sino que amenaza en destruir avances, como los acuerdos de Abraham, que buscan restaurar la estabilidad regional ocasionando que el desarrollo y la prosperidad se vean nuevamente obstaculizadas por la continua inestabilidad. Esta nueva crisis demuestra la urgente necesidad de retomar un diálogo constructivo y compromiso genuino para una paz sostenible, pero la forma en cómo se está desarrollando nos muestra lo lejos que estamos de una solución pacífica en esta región siempre convulsa, y los mercados no son ajenos a este tipo de eventos.

A la fecha, desde el ataque de Hamas, el S&P 500 viene acumulando una caída del -3,8%, el índice MSCI ACWI, que da exposición a un amplio rango de empresas de mercados desarrollados y emergentes, acumula una caída del -3,9%, el oro, desempeñando su rol de activo refugio, subiendo 8% y elevando así el precio de la onza a US$2.011 y el crudo WTI estabilizándose en torno a los US$84 el barril con una caída acumulada de -4,3%. Ahora la pregunta que nos podemos hacer muchos es ¿cuál es su real impacto de los sucesos geopolíticos y que tanto nos debe preocupar?

La evidencia empírica nos muestra datos muy interesantes que nos llevan a una conclusión oportuna. Si analizamos los últimos 23 eventos geopolíticos relevantes y su impacto en el índice S&P 500, desde el ataque a Pearl Harbor en 1941 hasta la guerra Rusia-Ucrania en 2022, se revelan patrones significativos. La duración del total drawdown, es decir, la máxima caída registrada, promedió 19 días, mientras que el tiempo transcurrido desde ese punto mínimo hasta la total recuperación fue, en promedio, de 42 días.

El índice S&P 500 y ciertos eventos geopolíticos.
El índice S&P 500 y ciertos eventos geopolíticos.

Al considerar el impacto inicial en términos relativos tras el evento, observamos una caída promedio del -1,1%. Excepciones notables fueron la invasión de Corea del Norte a Corea del Sur en 1950 y el atentado a las Torres Gemelas en 2001, que generaron caídas significativas del -5,4% y -4,9%, respectivamente. Además, el total drawdown promedió solo -4,7%, con casos puntuales como el ataque a Pearl Harbor en 1941 y la invasión de Kuwait por parte de Iraq en 1990, que registraron caídas importantes del -19,8% y -16,9%, respectivamente.

Es interesante destacar que cuando los eventos geopolíticos coincidieron con etapas de recesión económica, el impacto no solo fue inmediato, sino que se prolongó por al menos 12 meses con un retorno negativo promedio del -11,5% en más del 70% de los eventos relevantes desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial. En contraste, cuando estos eventos no coincidieron con una recesión económica, el retroceso promedio fue de tan solo -0,1%, seguido de recuperaciones consistentes con retornos positivos en los siguientes 3, 6 y 12 meses.

Otro dato interesante es el hecho de que eventos como la guerra de Vietnam y la guerra del Golfo, que al inicio generaron caídas importantes, no solo tuvieron una posterior recuperación, sino que estas fueron duraderas, mientras que, por el contrario, el embargo de petróleo en 1973 generó la mayor liquidación de los principales índices del mercado precedido por la recuperación más lenta tras la segunda guerra mundial. ¿En qué difirieron?, en que los primeros se dieron en un contexto de recuperación económica. Por otro lado, si nos enfocamos en categorías de empresas, las de gran capitalización bursátil han tolerado mucho más la volatilidad que las de pequeña capitalización.

Performance del índice S&P 500 después de los mayores eventos históricos y geopolíticos.
Performance del índice S&P 500 después de los mayores eventos históricos y geopolíticos.

En conclusión, si bien es cierto nos encontramos en medio de un debate sobre la magnitud de una probable recesión en Estados Unidos donde su economía ha resistido, hasta ahora, un histórico endurecimiento de su política monetaria por parte de la FED, subiendo el tipo de interés desde casi cero a inicios del 2022 al nivel actual del 5,25% - 5,5%, y con la posibilidad de una subida extra de tipos, elevando así la posibilidad de que el actual conflicto sea un gatillador adicional para correcciones adicionales en la bolsa americana, hay que tomar las cosas con calma ya que, como se ha demostrado, los riesgos geopolíticos tienden a ser de impacto limitado y de corta duración, por lo que sería un error salir del mercado y deshacerse de las inversiones por el temor de evitar mayores pérdidas.

La experiencia histórica revela que los momentos de mayor desafío en los mercados financieros suelen coincidir con las oportunidades más rentables. Intentar prever el futuro a corto y mediano plazo conlleva altos costos en términos de rendimiento para las carteras de inversión. Sin embargo, la diversificación adecuada entre activos de renta variable, renta fija y alternativos, un conocimiento profundo del perfil inversor y una clara visión de la estrategia a largo plazo son fundamentales. Estos elementos permiten alcanzar retornos que promueven un crecimiento sostenible y saludable en el tiempo.