Día del padre: cinco libros para regalar a papá
Día del padre: cinco libros para regalar a papá
Caroline Gibu

Vacaciones, mucho tiempo libre. Mi hija de 8 años debe leer un de autor peruano y editorial nacional, parte del Plan Lector, y presentar un informe el primer día de retorno a clases. Llamo a tres librerías y me indican que el libro cuesta S/35, pero que no hay stock. Pienso en los niños y niñas que tienen que leer este libro y si todas las familias podrán pagarlo.  

Le digo a mi hija: “Buen momento para sacar nuestro carnet en la biblioteca municipal”, pero entro al catálogo virtual de dos de las mejores y el libro no está. Me niego al fotocopiado o al escaneado. Voy a la segura, directo a la Biblioteca Nacional y pasamos la tarde leyendo el libro que olía a intacto, a depósito legal, a recién sacado de imprenta. ¿Están los libros al acceso de todos?  



En los últimos días, he seguido la discusión sobre la renovación de beneficios tributarios para la actividad editorial que otorga la Ley 28086, de Democratización del Libro y Fomento de la Lectura, o ley del libro, decretada en el 2003 y cuyos beneficios han sido renovados en dos oportunidades. 

La discusión se ha centrado en si las exoneraciones son pertinentes y en quién tiene la evidencia más creíble para demostrar su impacto.

En el 2015, un estudio de la Universidad del Pacífico –disponible en beneficiostributarios.pe– indicó que la ley del libro había tenido un impacto económico importante en la industria editorial, en la producción y consumo nacional, en las importaciones y exportaciones, y en la generación de empleo.  

Sin embargo, también señaló que el impacto podría ser incluso mayor si las pequeñas empresas culturales pudieran ser asesoradas para acceder a los beneficios tributarios.  

Finalmente, la universidad indicó que el estudio tuvo limitaciones de acceso a datos, que se requieren encuestas para complementar resultados y que “si se decide mantener los incentivos, el establecimiento de líneas de base y una evaluación de impacto periódica sería la manera ideal de tomar en cuenta los efectos de medidas como las acá analizadas”.  

Por ello, las propuestas legislativas de renovación deben ser más explícitas en la apertura de datos e instrumentos para el recojo de información y evaluación de impacto económico y social. 

Con todo, desde la demanda, la discusión debe dar un paso más. Pasar de la ley del libro a una ley del lector es el principal desafío que tenemos hoy. 

Una renovación de beneficios tributarios ayudará mucho a la industria de libros y a los autores, pero no generará mayor lectoría si no es acompañada de una política nacional de fomento de la lectura e impulso de bibliotecas públicas, que permitan un amplio acceso a la producción de textos, y que genere colaboración público-privada.  

El discurso presidencial que se realiza por Fiestas Patrias está a la vuelta de la esquina; la aprobación de dicha política sería un gran anuncio.