Consumo en hogares limeños cayó 4% en el primer semestre
Consumo en hogares limeños cayó 4% en el primer semestre
Redacción EC

Alberto Goachet
Socio de Fahrenheit

Estamos a 9 días de las elecciones presidenciales y desde inicios de febrero la tensión en el ambiente solo se vuelve cada vez más intensa y apasionada. Candidatos por todos lados tratando de captar nuestro voto a costa de todas las posibles herramientas de comunicación que existen y recurriendo cada uno a su estilo obedeciendo las sugerencias de sus asesores, a veces acertadas pero muchas veces desatinadas y hasta desesperadas.


Por un momento, me pongo en el lugar de alguno de estos candidatos e imagino la presión que sienten en el trayecto a la fecha en que ven si lograron ser elegidos. Un trayecto en el que la multitud electoral puede ir en segundos de un aplauso y un post donde muestren su preferencia temporal a una propuesta, hasta la condena por alguna declaración con la que no estemos de acuerdo.

Un elector exigente, infiel, despiadado, apasionado, que si logras conquistar será tu mejor embajador. Pero si nos ponemos a pensar, este escenario de conquista de adeptos comprimido en dos meses es lo que las buscan hacer todo el tiempo.

Bancos, cervezas, aceites, detergentes, universidades, automóviles, cualquier marca, busca constantemente ganar nuestro voto entre todos los candidatos de la categoría. ¿Pero será que al igual que en una campaña electoral buscamos tener una propuesta que realmente sea relevante para nuestros ‘electores’? ¿Hacemos de manera frecuente encuestas de preferencias de marca para entender nuestros flancos fuertes y débiles?

¿Somos audaces en el territorio digital desarrollando contenido relevante que no solo tenga alcance, sino que logre ser compartido? ¿Dejamos nuestros ‘cuarteles de campaña’ para recorrer el país y sentir el pulso de la gente? ¿Evitamos ser dueños de la verdad y escuchamos lo que nos dicen nuestros asesores? ¿Nuestro objetivo es solo ganar ‘el voto’ o realmente queremos hacer una diferencia en la vida de la gente?

¿Cuando cometemos un error lo ignoramos o lo reconocemos de inmediato, ya que ‘cada voto’ cuenta? ¿Copiamos o repetimos propuestas que ya existen o buscamos innovar para encontrar nuevas soluciones a viejos problemas? ¿Somos ‘candidatos’ que conquistan con una mirada inspiradora del mundo en el que vivimos o que se recuestan sobre propuestas desgastadas que vienen de la inercia y subestima al ‘elector’?

¿No nos gustaría ver la misma pasión y convicción que muestran muchos hoy por un candidato con nuestra marca?  Miremos esta campaña electoral y pensemos cómo conquistar más votos para nuestra marca, con ese mismo nivel de pasión que nos haga ganar en primera vuelta. Una y otra vez.

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