Michelle  Barclay

Van Gogh pintó más de 30 autorretratos. Es uno de los artistas que más se ha autorretratado en tan solo 10 años de actividad como pintor. Esta forma de expresión artística nos muestra cómo los artistas querían ser vistos por los demás y constituye una proyección de quiénes son.

¿Cómo podría “autorretratarse” el Sistema Concursal peruano?

Tendría que representar un rostro antiguo, un viaje al pasado. El Sistema Concursal tiene el doble de años de los que tuvo Van Gogh como artista y no ha tenido mayor evolución.

En el transcurso de estos más de 20 años, la Ley General del Sistema Concursal ha sido sometida a pequeñas cirugías más no a modificaciones sustanciales ni estructurales que permitirían mostrar un rostro moderno y renovado.

Hoy, después de tiempo, tenemos en la mesa del Congreso de la República un proyecto de ley que incluye cambios a dicha normativa. El proyecto de ley incluye algunas modificaciones relevantes y otras discutibles. Salvo contadas excepciones, se plantea lo usual: modificar lo existente sobre la base de experiencias pasadas.

Sin embargo, ¿no estamos acaso en un momento en el que sería importante sentarnos a re-pensar el sistema concursal (incluido su nombre) y no únicamente realizar modificaciones al régimen vigente?

La Ley General del Sistema Concursal regula los mecanismos para el manejo de situaciones de crisis empresarial. Esta Ley cuenta con procedimientos de reestructuración, refinanciación, liquidación en marcha y liquidación ordinaria. Si bien los procedimientos concursales vigentes pueden cumplir su finalidad, ya están desfasados en el tiempo. Su propia estructura poco flexible, no se ajusta a lo que las empresas en nuestro país necesitan realmente.

Para poder enfrentar estas situaciones de insolvencia empresarial, necesitamos una nueva norma que contenga una visión de futuro. No cualquier futuro, este futuro que se viene en el que la tecnología y los criterios de sostenibilidad se han vuelto elementos clave.

Adam Grant, psicólogo y escritor, señala en uno de sus libros, que la inteligencia es tradicionalmente asociada a la habilidad de pensar y aprender. Asimismo, señala que, en un mundo de rápidos cambios, existe otra caja de herramientas cognitivas que es más importante: la habilidad de re-pensar y des-aprender.

En otras palabras, para generar nuevas soluciones para los viejos problemas requerimos desprendernos conscientemente de algunas antiguas ideas o herramientas y buscar otras mejores.

No podemos estar hoy con un Sistema Concursal cuyo autorretrato es la representación de hace dos décadas. Requerimos generar un espacio de reflexión en el que olvidemos por un momento lo conocido y nos inspiremos con nuevas ideas y creatividad. Hoy tenemos la oportunidad de generar un retrato concursal con mirada hacia el futuro.


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