“Jojo Rabbit” es una película que está en cartelera y que enfoca el drama del Holocausto desde la perspectiva de un niño fanático de los nazis. Jojo es el nombre del niño, quien tenía como amigo imaginario al mismo Hitler.
Si bien se plantea este tema de manera burlesca, el hecho de que un niño tan pequeño tenga a Hitler como ídolo es escalofriante. Más escalofriante aún, y pensando en los tiempos del terrorismo en el Perú, es la vulnerabilidad de los menores de edad ante una influencia como esta.
►El panorama al 2021, por Alfonso de la Torre
Ian Kershaw, uno de los principales investigadores sobre Hitler, señala que el concepto de caudillaje carismático, desarrollado por Max Weber, lo ayudó a entender cómo Hitler pudo dominar a las masas hasta el punto de determinar el destino de millones de personas.
El caudillaje carismático es una forma de dominación que, como explica Kershaw, se sustenta no solo en la personalidad y carisma del líder, sino en la sociedad misma y en su contexto social.
En los casos del Holocausto y del terrorismo en el Perú, el liderazgo carismático fue destructivo e involucró a menores de edad con consecuencias fatales; sin embargo, este puede tener un fin constructivo y ser un catalizador de cambios sociales positivos.
¿Quiénes en el Perú podrían ser líderes carismáticos constructivos y generar un impacto positivo en nuestro país?
Comencemos por el sector educación y por esas personas que son los llamados a convertirse en líderes carismáticos de los centros educativos: los directores de los colegios públicos.
De acuerdo con la Ley General de Educación, es función del Ministerio de Educación (Minedu) definir los programas de mejoramiento del personal directivo.
En esta línea, desde el 2014 el Minedu cuenta con lineamientos denominados “marco de buen desempeño del directivo”, en los que el objetivo central de los directores de instituciones públicas es el liderazgo constructivo y no solo la realización de meras tareas administrativas.
Se ha evidenciado que cuando un director se enfoca en este objetivo, su actuar tiene un impacto positivo y un efecto distributivo de su liderazgo en toda la organización.
Al día de hoy, el Minedu ya ha comenzado la tarea de promover la capacitación de directores de instituciones públicas a través de talleres y programas de especialización en gestión educativa. Esto no debe tomarse con calma.
La capacitación en liderazgo de los directores de colegios públicos debe continuarse a paso acelerado.
Por ello, cuando pensamos en reformas y mejoras en el sector educación no solo es prioritario el mejoramiento de la infraestructura y la implementación de módulos educativos, sino también la capacitación de esos directores de colegios públicos, quienes con liderazgo carismático constructivo deben influir e impactar positivamente en toda la organización educativa, incluyendo docentes y alumnos.
Con ello empezamos la tarea de evitar que nuestros niños sean influenciados por caudillos destructivos. No más Jojo Rabbits.