Álvaro Santa María

¿Cuántas nubes usas? ¿Las apps que tienes, usan nubes propias? ¿Son seguras? En un mundo donde generamos y consumidos datos de forma acelerada y exponencial, pocas veces nos detenemos a hacernos estas preguntas. Lo mismo pasa con las empresas. Estudios indican que las empresas peruanas tienen un promedio de 12 nubes. Algunas más, algunas menos. Pero el concepto de multi-cloud es una realidad.

Ahora bien, ¿qué pasaría si pudieran gestionar esas nubes, es decir que co-existieran sin importar si son propias o públicas, junto con los datos almacenados y cargas de trabajo en servidores? A eso llamamos nube híbrida.

El concepto ha cobrado cada vez más importancia, pero no solamente en el mundo tecnológico o empresarial sino en general, porque nuestra información como usuarios es almacenada allí y su gestión determina que tengamos buenas o malas experiencias de cliente. Incluso, la nube híbrida permite que tecnologías como la Inteligencia Artificial puedan desplegarse de manera rápida y segura.

La nube híbrida hace referencia a cuando una organización o empresa tiene una combinación de nube privada, nube pública y entornos tradicionales, ya sea de forma local o externa. Permite la integración de aplicaciones, plataformas y procesos que son ejecutados en diferentes ambientes o nubes, además de la gestión de los datos que pueden estar almacenados en diferentes ambientes y gestión de la ciberseguridad.

Un reciente estudio de IBM a Directores de Datos de diferentes industrias, mostró que la nube híbrida es la segunda tecnología más importante para desbloquear o aprovechar el valor de los datos en América Latina, con un 57%. Solo la supera el Internet de las Cosas y está por encima de la Inteligencia Artificial.

La nube híbrida va tan rápido como la adopción de tecnologías como la Inteligencia Artificial. De hecho, van de la mano. Lo clave es que las empresas sepan adoptarla e identifiquen cuáles son los objetivos. Una nube híbrida bien construida puede dar servicio a procesos seguros y de misión crítica, como recibir pagos de clientes en una nube privada y tener procesos como el procesamiento de la nómina de empleados en la nube pública.

La nube híbrida se instala con fuerza cada vez más en el Perú y es el escenario que ‘hace magia’ juntando lo mejor de los mundos. Porque la realidad es que seguirán existiendo múltiples nubes, pero gestionarlas hace la diferencia.