En el entorno de gestión del recurso humano es común escuchar sobre la importancia de promover el desarrollo profesional y la capacitación constante de los colaboradores, para el éxito de una empresa. Pero no se trata de generar programas de capacitación porque sí, hay que darle un verdadero sentido detrás que le aporte valor a los colaboradores y a la compañía. Siendo así, es imprescindible fortalecer las habilidades y competencias de nuestros colegas, no solo con el propósito de que este alineado a nuestro plan estratégico sino también con la intención de reducir brechas, promover el compromiso y fomentar su desarrollo de acuerdo con sus intereses de carrera.
Sumado a ello, si las empresas invierten en el crecimiento de sus equipos pueden crear un entorno de trabajo más dinámico y atractivo, en el que los empleados se sientan valorados y motivados a alcanzar su máximo potencial. Esta cultura de aprendizaje también les permite adaptarse mejor a los retos del mercado, aportar ideas estratégicas en cada una de las iniciativas y estar a la vanguardia de los avances tecnológicos. Es aquí donde el desarrollo de competencias se vuelve un pilar fundamental en la gestión de nuestro talento. Porque conforme avanzamos con nuevas tecnologías, entregamos a nuestra gente las herramientas para que su trabajo sea más estratégico y así pueden seguir desarrollándose en su carrera profesional.
Aunque suene a un mundo ideal, lo cierto es que es viable lograrlo, si se crean estrategias con un enfoque integral, que no solo busquen el aprendizaje de nuevos conocimientos, sino que aporten valor para el crecimiento personal de cada colaborador. Estas estrategias se pueden plasmar en programas de desarrollo individual y colectivo. Por ejemplo, en Mondelēz se viene apostando por plataformas de capacitación digital para el refuerzo de habilidades y también por la participación de los trabajadores en proyectos de innovación, a través de equipos multisectoriales, que les permite crear iniciativas y soluciones claves para el negocio.
Otro de los puntos importantes para tener en cuenta, cuando se trata de planear este tipo de estrategias, es la visión. Si contamos con una visión clara de las capacidades que necesitamos, podremos alcanzar nuestros objetivos de cara al futuro. En ese sentido, y con un sólido plan estratégico de seguimiento de talento, es posible reconocer las fortalezas y oportunidades en términos de capital humano para poder afrontar los nuevos retos que trae consigo el mercado empresarial.
Tener claros estos lineamientos como compañía les permitirá diseñar planes de desarrollo diferenciados para los colaboradores, impulsar su crecimiento y aprovechar su potencial, a través de programas de capacitación que refuercen sus habilidades, construyan un entorno colaborativo, fomenten su progreso profesional y, claro está, aporten a los objetivos empresariales.