¡Guarden los cuchillos!, la columna de Diana Seminario
¡Guarden los cuchillos!, la columna de Diana Seminario
Redacción EC

Por Diego Marrero, Gerente de Inversiones de AFP Habitat 

Cuando a comienzos del año se revisaban los principales riesgos de invertir en los mercados financieros en el Perú, uno de los que siempre estaba presente eran las elecciones

En el Perú estamos acostumbrados a que cada vez que hay un proceso electoral, los mercados financieros tiemblan ante la incertidumbre de que algún candidato intente cambiar el modelo económico para capturar la parte del electorado que se siente descontenta y que ello ponga en riesgo la economía. Esta vez, sin embargo, podemos decir que fue una excepción. 

El único impacto directo e inmediato que se identificó en los mercados sucedió al día siguiente de la primera vuelta, donde los mercados tomaron positivamente a los dos candidatos que pasaron la valla. 

Luego de ello, los vaivenes en los mercados nada tuvieron que ver con el tema electoral. La fuerte subida en el mercado local de los últimos días empezó el viernes de la semana pasada. 

En los últimos cinco días, el dólar cayó 2,5%, la bolsa subió 7% y los bonos soberanos subieron 2%. La razón fue básicamente una sola: la Reserva Federal de EE.UU. (FED) dejó entrever que la probabilidad de subida en la tasa de interés para junio sería mucho más baja de lo esperado y, con ello, casi todos los activos de riesgo subieron en igual o mayor medida que los activos peruanos. Por ejemplo: el índice bursátil de mercados emergentes subió 5%, el peso colombiano subió 7,5%, el peso chileno subió 3% y el real brasileño subió 6,5%, etc. 

Se deben tomar acciones para evitar que continúe el bajo crecimiento de la economía, así como la debilidad de la demanda interna en el marco de un contexto internacional complejo. La caída en los términos de intercambio es, sin duda, un factor exógeno que va a seguir complicando las posibilidades de crecimiento; sin embargo, hay un impulso fiscal que podría ayudar a reactivar la demanda interna. 

El impulso necesario podría venir tanto por una reducción en los impuestos, como también por el gasto público directo en infraestructura, siendo el segundo el que tendría un efecto más inmediato y directo en una esperada reactivación. Con un déficit fiscal por ahora controlado y un nivel de endeudamiento externo bajo, hay espacio para aplicar políticas fiscales contracíclicas. 

Otro reto importante es continuar con la desburocratización en los procesos administrativos para impulsar la inversión privada. Y, por último, continuar con las políticas de inclusión social para evitar que en las futuras elecciones tengan propuestas que busquen reformular el modelo económico. 

Podemos resaltar, de manera  positiva que las propuestas económicas de los candidatos fueron, en general, bastante coherentes y no buscaron regresar a recetas cortoplacistas. Más bien, la intención fue la de construir sobre la base de un modelo económico que, si bien requiere ajustes, ha logrado una importante reducción de los índices de pobreza con un alto crecimiento económico fomentando la inversión privada.