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"¿El futuro de todos o de algunos?", por Jimena de la Quintana
Redacción EC

JOSÉ ANTONIO ROCA, gerente de la división de Inversiones de Prima AFP(*)

En el eterno debate respecto a las ganancias de las se confunden dos conceptos claves: alineamiento y justicia. Si bien en circunstancias podrían estar relacionados, estos dos conceptos no son lo mismo. 

Es notorio que hay un problema de alineamiento en el sistema privado de (SPP): el desempeño de la AFP depende principalmente de la evolución salarial de las personas y no del desempeño de los fondos que administra. En años poco auspiciosos para los fondos como fueron el 2008, 2011 y hasta el 2013, el bajo alineamiento fue una de las principales críticas al SPP. Inclusive este año, en una ventana de tiempo muy antojadiza, también se esgrimieron críticas de este tipo.  

Claro está, nadie pareció notar que las AFP tampoco se beneficiaban en la década de 1994 a 2004 o en años como el 2005, 2006, 2007 y 2009 por las rentabilidades récords que obtenían sus afiliados: 20%, 28%, 20% y 33%, respectivamente. Pero no nos distraigamos, enfoquémonos en los conceptos y no en quién dijo qué ni cuándo.    

Si bien hay ciertos atenuantes a las críticas sobre alineamiento del SPP –pérdidas en el encaje que no impactan resultados por un tema contable, por ejemplo–, sería miope no aceptar que son críticas válidas. 

Siendo así, se tienen que buscar esquemas que mejoren este alineamiento, uno de los cuales se intentó hace unos años cuando se introdujo la comisión mixta. Posiblemente debamos seguir trabajando alternativas que vayan en esta dirección porque es natural que los afiliados prefieran esquemas del tipo “share-the-gains, share-the-pains” (compartir las ganancias y también los dolores).       

Pero, ¿acaso un sistema de comisiones que no genera el mejor alineamiento de intereses es también un sistema usurero o injusto? No tiene nada que ver una cosa con la otra. 

Se tiende a proyectar una imagen siniestra de las AFP cuyas utilidades, según dicen, son desproporcionadas a las que reciben sus afiliados. Bajo esa óptica, seguramente le sorprendería saber que por cada sol ganado por las AFP sus afiliados han ganado cerca de 20 soles. 

Hace un par de semanas presenté este hallazgo en las redes sociales y no faltaron los que indicaban que cualquier análisis hecho desde el inicio del SPP saldría beneficioso para las AFP. Para evitar ese “punto ciego”, esta vez presento los números desagregados año por año desde 1996 (no encuentro datos anteriores en la web de la SBS) y también un gráfico de porcentajes que resume “cómo se ha repartido la torta”.

Los datos se presentan en las gráficas adjuntas y si necesita una lupa para ver las ganancias de las AFP –en rojo– es porque son casi imperceptibles respecto a las ganancias de sus afiliados –en azul–. 

(Fuente: SBS. Elaboración: José Roca)

Reitero entonces que el hecho de  que el sistema de comisiones podría mejorarse en términos de alineamiento no significa en lo absoluto que en esta ecuación solo gane la AFP y no el afiliado, y mucho menos que el sistema sea abusivo como se trata de proyectar.  

Las comisiones cobradas por las AFP representan 1% de los fondos administrados (ingresos totales entre el total de fondos), lo que podría considerarse como un nivel competitivo en cualquier parte del mundo. Más aún, las ganancias de todas las AFP, en un hipotético caso que fueran revertidas a los fondos, no moverían significativamente la aguja de la rentabilidad. Esa mejora no sumaría ni medio punto porcentual de rentabilidad. 

Siendo de 20 a 1 el ratio de utilidades de los afiliados entre utilidades de las AFP, es importante destacar que este ratio se cumple en el tiempo y no todos los años. Sin embargo, el hecho de que en un año puntual ese ratio caiga o se vuelva negativo es una alerta sobre mejoras potenciales al alineamiento y no una señal de abuso por parte de las AFP. 

Por favor, no confundamos los conceptos. Puede que “la casa gane”, pero lo importante es notar que por lo general “el cliente gana mucho más”. Veinte veces más.    

(*) Las opiniones de este artículo son personales y no necesariamente representan la opinión de Prima AFP.