La División de Lima Este ha implementado prácticas para identificar y capacitar efectivos policiales que hablen quechua y puedan atender en esa lengua en las comisarías.
La División de Lima Este ha implementado prácticas para identificar y capacitar efectivos policiales que hablen quechua y puedan atender en esa lengua en las comisarías.
/ [Hans Berninzon]
Caroline  Gibu

Hace unos días participé en un evento donde efectivos policiales entonaron el himno de la Policía Nacional del Perú (). Como todo himno, estaba lleno de frases heroicas, y llamó mi atención esta: “Policía peruana, eres pueblo hecho ley, por el orden interno, por la vida y la paz...”, porque, a mi entender, esa oración refleja que la ciudadanía es la que otorga la función de orden y seguridad a conciudadanos y, por tanto, debemos esperar calidad y sobre todo empatía en su servicio.

En la última década, el Ministerio del Interior (Mininter) y la PNP se han esforzado por mejorar capacidades, eficacia y accionar de la policía para combatir la delincuencia y reducir la inseguridad, pero además para mejorar su relación con la ciudadanía. Y, si bien las cifras sobre victimización y percepción de inseguridad pueden ser desalentadoras, también debemos visibilizar algunos esfuerzos por mejorar la atención, sobre todo en comisarías.

Por ejemplo, la División de Lima Este ha implementado prácticas para identificar y capacitar efectivos policiales que hablen quechua y puedan atender en esa lengua en las comisarías. De acuerdo con el censo del 2017, Lima concentra la mayor población de quechuahablantes (más de 600 mil personas), y distritos como Ate, Pachacámac y Cieneguilla reúnen gran parte de esa población. La misma experiencia, ganadora del Premio Buenas Prácticas en Gestión Pública, se viene replicando en otras partes del país y otras lenguas como el awajún. Atender e informar con enfoque intercultural, respetando la lengua materna, resulta clave para acercarse al ciudadano.

Por otro lado, destacan los esfuerzos por implementar evaluaciones de calidad en la atención en las comisarías; aplicar adecuadamente protocolos para víctimas de violencia, así como utilizar las tecnologías de información para agilizar trámites y denuncias, y comunicarse a través de las redes sociales. Tal vez es por ello que la percepción sobre su accionar parece haber mejorado. Según la última Encuesta Nacional de Percepción de la Corrupción de Proética, las personas que manifestaron ser objeto de solicitud de coimas por parte de la policía pasaron de 16% (2017) a 8% (2019); y la percepción de la policía como una de las instituciones más corruptas pasó de 36% (2017) a 26% (2019), dejándola en cuarto lugar detrás del Congreso, el Poder Judicial y los partidos políticos.

Por supuesto, no todo es perfecto. De acuerdo con el censo del 2017, existían 1.495 comisarías con 47.265 efectivos (en promedio un policía por cada 673 personas a escala nacional). Según estadísticas del Mininter, a julio del 2019 la PNP cuenta con 132.493 personas en actividad, 21% son mujeres, con un largo camino hacia la igualdad de oportunidades.

Con todo, siendo el 6 de diciembre el Día de la Policía Nacional del Perú, resulta propicio felicitar sus esfuerzos, agradecerle por sus servicios y alentarla a seguir mejorando.

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