En la edición de Portafolio del pasado viernes publicamos un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que da cuenta de que en la última década (2005-2014), la clase media peruana se quintuplicó, luego de pasar de 11,9% de la población en el 2005 (3,2 millones de personas) a 50,6% de la población en el 2014 (15,8 millones de personas).
La clase media para el BID está formada por personas que ganan entre US$10 y US$50 diarios o tienen ingresos familiares mensuales desde los S/.1.800 hasta los S/. 10.900. La información también muestra que a pesar del significativo crecimiento de la clase media en toda la década, interanualmente dicho crecimiento se fue haciendo cada vez menor, en particular entre los años 2013 y 2014, en donde el incremento fue solo de un punto porcentual.
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Lo que revela esta información es que las políticas económicas de la última década, acompañadas de un largo ciclo de buenos precios en los commodities que exportamos, han sido efectivas en permitir el crecimiento de la clase media en el Perú. Esto constituye un hecho distintivo de las últimas décadas de crecimiento continuo, toda vez que los anteriores períodos de crecimiento en el Perú no estuvieron acompañados de un crecimiento sostenido de la clase media.
Pero el elemento más distintivo de esta clase media peruana es que se ha forjado sobre la base de regímenes democráticos y en la aplicación de políticas económicas que, aunque imperfectas, no han sido producto de gobiernos dictatoriales o populistas (al menos no en la dimensión de otros gobiernos de la región). Esta es una ventaja, porque una clase media así formada puede ayudar a que se mantengan políticas económicas estables y se consolide la democracia.
La mala noticia es que la data también revela que una vez que la economía mundial empezó a desacelerarse y más recientemente, también los precios de los commodities, nuestro crecimiento se ralentizó y con ello también el número de personas que se integraron a la clase media. Peor aun, muchos de los que han alcanzado el status de ‘clase media’ corren ahora el riesgo de volver a una situación de pobreza si la economía sigue desacelerándose.
Como nunca, es muy importante entonces consolidar la clase media y evitar que esta se erosione. El Gobierno ha desplegado programas sociales, pero estos están dirigidos a las clases menos favorecidas. El sostenimiento de la clase media requiere de medidas distintas y específicas, pero sobre esto el Gobierno no ha dicho nada y es urgente que lo haga.