Entre el 2007 y el 2017, la contribución al empleo generado por los sectores primarios (agricultura, pesca y minería en conjunto) se ha reducido de 33,7% a 25,8%.
Durante estos años, la contribución de dichos sectores a la producción total del país ha caído también, de 21,8% a 18,2%. Si calculamos cuánto contribuye a la producción total un trabajador de los sectores primarios, obtenemos la productividad media, la cual en el horizonte considerado, se ha incrementado de S/14.056 a S/25.510.
Si además pensamos que la productividad media es una buena aproximación a la remuneración (lo cual es un supuesto debatible por al menos dos razones, ya que la aproximación debería darse por la productividad marginal y porque para ello los mercados relevantes deberían operar en condiciones competitivas), ello implica que el ingreso promedio mensual de estos trabajadores ha pasado de S/1.171 a S/2.126. En términos reales, esto implica que la capacidad de compra de un trabajador en estas actividades ha crecido a un ritmo promedio anual de 2,9%.
Realizando el mismo análisis para el sector servicios, encontramos que el ingreso promedio ha pasado de S/2.592 a S/3.815, lo que implica un incremento real a un ritmo anual de solo 0,8%.
Como mencionamos en esta columna hace tres semanas, parte considerable de la mejora del ingreso en los sectores primarios responde al crecimiento de la agricultura de exportación no tradicional, que ha ayudado a la formalización de los trabajadores en dicho segmento. Y justamente lo contrario está pasando en el sector servicios: cada vez ganan mayor participación las actividades más informales.
Como el sector servicios engloba actividades muy distintas entre sí, el análisis mejora en la medida que se puedan desagrupar. Ahí se encuentra por ejemplo que el empleo informal en restaurantes y alojamiento ha ganado importancia. Dado que en este subsector la productividad informal es alrededor de 50%, de la correspondiente a actividades de transporte o a 75% de la de otros servicios; ello ayuda a explicar por qué se redujo el promedio, incluso, a pesar del ‘boom’ gastronómico.
En este contexto, este mes se reactivarían las reuniones de la CNT y se discutiría la subida de la RMV. Pero cabe considerar que la RMV ha subido 69,1% en los últimos 10 años, un ritmo similar al de la productividad media (66,4%). Es importante considerar estos desarrollos para poder diseñar una política efectiva que promueva la formalización laboral.