El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) está considerado como la primera universidad de ingeniería del mundo y tiene gran interés por la minería. Recientemente, tuve la oportunidad de escuchar presentaciones que trataron sobre minería y cambio climático, ecosistemas de innovación, uso de energías alternativas y emprendimiento, este último un tema central para el MIT.
Estas presentaciones me hicieron reflexionar sobre los desafíos de la minería del futuro, así como la importancia de su adaptación a la innovación y la adopción de nuevas tecnologías.
La industria minera tiene tres grandes desafíos: 1) la seguridad en el trabajo, elemental para la integridad de las personas; 2) la necesidad de ser cada vez más eficientes en los procesos; y 3) la sostenibilidad y el enfoque ASG, que prioriza el cuidado ambiental, la gestión social y la buena gobernanza corporativa. Adicionalmente, en el Perú tenemos el problema de la minería ilegal mezclada con la delincuencia.
Hay factores aún más retadores para el sector. Las minas serán cada vez más profundas y habrá menos afloramientos en superficie. Además, las leyes de mineral serán más bajas, las distancias de recorrido más largas y la mineralización más compleja. A esto se suma la reducción del uso de los combustibles fósiles y la tendencia hacia las energías alternativas.
El reto será lograr una minería más productiva, que utilice menos agua y energía y que priorice la seguridad y la sostenibilidad. Para eso necesitamos dos cosas: más innovación y más ingenieros innovadores.
Pero, ¿qué entendemos por innovación? Es la capacidad de hacer las cosas de manera diferente para lograr mejores resultados. La verdadera innovación solo ocurre cuando las ideas se implementan y generan un cambio.
Si bien la minería tiene avances en electrificación, automatización y digitalización, para que sea más competitiva y sostenible es fundamental colaborar entre los sectores público, privado y las universidades, dando más oportunidades a nuestros ingenieros.
No nos olvidemos que universidad que no investiga no es universidad. Y, en ese sentido, el sector minero está llamado a integrarse con la academia.
En países mineros del primer mundo se ha creado un nuevo sector llamado “Equipamiento Minero, Tecnología y Servicios” (METS, por sus siglas en inglés), que genera empleo para miles de ingenieros. Son emprendimientos que aportan al desarrollo de la minería y que también transfieren conocimientos a otros sectores, potenciando la innovación más allá de nuestra industria.
Si no facilitamos estas oportunidades en el Perú, nuestros ingenieros migrarán a otros países. Para evitarlo debemos destrabar los 51 proyectos mineros que tenemos en cartera y agilizar su puesta en marcha. En nuestro país toma muchos años sacar adelante un proyecto. Recordemos que Antamina, descubierta en 1950, recién entró en operación en 2001. Tenemos que reducir la permisología.
En resumen, solo a través del trabajo articulado entre empresa, Estado y academia lograremos una industria minera más segura, productiva y sostenible. La minería moderna y focalizada en innovación y tecnología está llamada a poner en valor los US$57.000 millones en proyectos pendientes. Esto permitirá contribuir al crecimiento de la economía, la generación de empleo y el desarrollo nacional.