El pasado 11 de febrero se celebró a escala mundial el Día de Internet Seguro, ocasión que nos hace pensar de manera más detallada en la importancia que damos a la seguridad y el control que ejercemos de nuestra información en Internet. En lo particular, mi preocupación no solo se da por trabajar en temas vinculados a la tecnología, sino porque soy padre y, como tal, me preocupa lo que mis hijos puedan hacer en la web. Considero importante reflexionar en cómo, desde nuestra posición de adultos, podemos tomar el control para garantizar que la información a la que accederán en la red es segura .
El nivel de acceso a información que hemos alcanzado en los últimos años es impresionante y la conectividad, ya sea desde smartphones, PC, laptops o tablets, hace que podamos obtener información desde cualquier lugar y en todo momento. De acuerdo con un estudio de GSMA, organización de operadores móviles, en el 2013 América Latina registró 164 millones de suscriptores a teléfonos celulares inteligentes, el equivalente a una quinta parte de su población. Las estimaciones indican que, en cinco años, más latinoamericanos accederán a Internet a través de un dispositivo móvil que desde una conexión fija. En ese sentido, resulta primordial llevar las medidas de seguridad también al mundo móvil.
Medidas tan sencillas como proteger nuestras contraseñas, las cuales constituyen la puerta de entrada principal a cuentas de correos electrónicos y servicios en la web, utilizar redes seguras, bloquear la pantalla o el dispositivo que utilicemos y mantenerlo libre de malwares, borrar nuestros historiales de navegación, entre otros, pueden prevenir la sustracción de información sensible o incluso el robo de nuestra identidad.
Los padres y educadores enfrentamos un desafío a la hora de contribuir a que familias y alumnos puedan navegar de forma segura a través de nuevas tecnologías. Es vital que tanto niños como adolescentes entiendan que su comportamiento en Internet debe ser igual al que tienen en la vida real. Debemos tratar con ellos temas vinculados a la privacidad, a la reputación online y la interacción, de tal forma que su experiencia online contribuya con su formación y recreación, evitando malas experiencias.
Así, toda persona que tenga bajo su responsabilidad a niños y jóvenes debe saber, por ejemplo, que puede limitar el acceso a contenidos, así como habilitar el “modo de seguridad” en el buscador de Google y en You Tube para filtrar contenido inadecuado, que pueden contribuir en la promoción del uso responsable y seguro de Internet.
En ese sentido, y como parte de nuestros esfuerzos por hacer de Internet un lugar más seguro, Google lanzó recientemente su nuevo Centro de Seguridad, el cual ofrece en forma simple e interactiva consejos y herramientas para promover el uso responsable y seguro de la red.
Internet ha traído grandes cambios a nuestras sociedades. Ha abierto oportunidades infinitas de comunicación a escala global, ha brindado nuevas formas de acceso a educación y entretenimiento, ha dinamizado las economías locales con la apertura de nuevos mercados y ha permitido que todos tengamos una voz. Es importante para el desarrollo saludable de la web que todos –empresas, asociaciones, gobiernos y usuarios– contribuyamos a un uso responsable y seguro de Internet.