Silvana  Muguerza

El turismo receptivo en Perú tiene un gran potencial de recuperación tras los efectos de la pandemia. Según el Mincetur, entre enero y agosto de 2023, este sector experimentó un incremento del 33% en comparación con el año pasado y la llegada de 1,6 millones de turistas internacionales. Se espera superar la meta anual de 2,2 millones para el cierre del año.

No obstante, debemos estar preparados para los retos que se avecinan. La inestabilidad político-social nacional, la recesión local y los fenómenos climáticos impactan los flujos turísticos. Urge aplicar medidas para amortiguar estos efectos y consolidar la reactivación del sector.

La realización de la CADE 2023 en Cusco ha sido una oportunidad clave de descentralización, con alto impacto económico regional. Pone el fortalecimiento del turismo en perspectiva frente al empresariado del país; dinamizando la hotelería, gastronomía, transporte y comercio local con la estadía de más de 1.000 ejecutivos. Consolida el posicionamiento del sur andino como plaza atractiva para el turismo de negocios y eventos, de reuniones e incentivos corporativos, aprovechando su conectividad, infraestructura hotelera de nivel internacional y la experiencia de operadores. Esta apuesta descentralizada debe replicarse trayendo más congresos, convenciones y viajes de incentivo a destinos como Cusco, Arequipa, Piura, Trujillo o Iquitos. Requiere de un trabajo conjunto y multisectorial entre el sector público y privado, la sociedad civil, los pequeños empresarios y emprendedores, entre otros. En la priorización de las necesidades de infraestructura, conservación de patrimonio, conexiones turísticas y seguridad, necesitamos trabajar resguardando altos estándares y mirando el mediano plazo.

Para crecer, las empresas del sector vienen invirtiendo en la tecnologización de la oferta de servicios, así como recavando inteligencia de mercado para entender a los nuevos turistas. Es un foco de trabajo el invertir en mercadeo de nicho de alto interés para atraer mas visitantes, con estadías más largas y de mayor impacto en los destinos.

Los gremios turísticos vienen redoblando esfuerzos en capacitación para brindar una experiencia de excelencia con los distintos operadores. Los destinos peruanos necesitan una gestión de mayor sostenibilidad.

Necesitamos ver la reactivación como una reconversión estratégica. Optar por turismo de calidad frente al de cantidad, adherirnos a estándares internacionales de comercialización y tecnología, promover fuertemente la formalización y reinventar la relación de los viajeros con nuestro patrimonio cultural y natural. Si logramos esto, el turismo seguirá siendo eje del crecimiento sostenido e inclusivo. Hemos dado un primer paso en la dirección correcta.