Yo tenía un propósito que me movía muchísimo. Quería que las organizaciones trataran con respeto a quienes debían dejar ir. Es más, quería que también los ayudaran a recolocarse. Pero muchos me decían: “Eso que quieres hacer es una locura, ¿qué empresa en el Perú va a querer pagar para que ayudes a recolocarse a los que dejan ir? Aquí nadie sabe ni le interesa eso del respeto, la marca personal o la empleabilidad de los que salen. Mejor dedícate a otra cosa”.
Pero yo creía en mi propósito con pasión, así que busqué consejos, me informé mucho, encontré mentores que me guiaron hacia lo que debía hacer y evitar. Trabajé muchísimo y muy intensamente, aprendí, crecí, cambié, mejoré, cometí mil errores, pero seguí adelante convencida que mi propósito podría mover montañas, conquistar al más indiferente, cambiar organizaciones, culturas y ayudar a elevar el nivel de empleabilidad de muchos.
Así, estos fueron los 11 aprendizajes y consejos que aún atesoro de cuando me lancé al reto de emprender, introducir el ‘outplacement’ y cumplir mi propósito:
1. Mantén vivo tu entusiasmo, cultiva tu pasión, enamórate de lo que haces, vívelo como un romance nuevo que te llena el alma, cada día.
2. Desarrolla la fuerza de tu carácter y la resiliencia, ya que solo así podrás atravesar los mil obstáculos y levantarte de las muchas caídas, desilusiones y frustraciones que emprender te trae. Aprende a rebotar con la mirada puesta ya en el siguiente reto.
3. Refuerza tu estabilidad emocional ya que hacer empresa, vender ideas nuevas, ampliar paradigmas y perspectivas en los demás es una permanente montaña rusa de emociones.
4. Sé rebelde y atrévete a cambiar las cosas. Los emprendedores arrasamos con los convencionalismos, las reglas hechas para otros, desafiamos, luchamos, vencemos.
5. Jamás dejes que tu ética se estire ni tengas conflictos de interés. Si tienes la conciencia limpia podrás dormir bien de noche y gozar de una reputación impecable de por vida.
6. Confía en ti mismo. Eso no siempre es fácil, pero sí confía en tus valores, en tu instinto y en tu intuición, que se equivocan menos.
7. Rodéate de la mejor gente que puedas, contrata personas más capaces y experimentadas que tú, asegúrate que estén contentos y déjalos hacer su trabajo.
8. Visualiza hasta dónde quieres llegar y cultiva esa visión como un tesoro, ya que es tu norte y tu destino. Sé flexible ante la realidad, pero no dejes jamás de soñar.
9. Sé audaz y cultiva tu ambición sana, ponte metas exigentes y cuando las alcances, ponte nuevas. Pero recuerda que saber más, hacer más y dar más es más importante que tener más.
10. Huye de los envidiosos y los celosos, ellos te roban tu energía y te quitan paz.
11. Cuida tu salud, tu espíritu y a tu familia como a tus tesoros más importantes, ya que sin ellos nada tiene sentido ni nada se puede lograr.
Aprendí bien estas lecciones y hoy, 30 años después, el Perú es el país con mayor penetración per cápita de ‘outplacement’ de la región. Y aquí sigo yo, más enamorada que nunca de mi propósito.