Cristian Arens

El mercado de valores, ese escenario financiero donde las inversiones cobran vida, es una piedra angular en la economía de cualquier país. Imagina este mercado como un bullicioso mercado de alimentos, donde la carne, los limones y las verduras cambian de manos a diario. En el mundo de los valores, las acciones, bonos, materias primas y otros instrumentos son las estrellas de la feria.

La importancia de este mercado radica en la interacción de dos protagonistas: los compradores y los vendedores. Los compradores, ya sean individuos o instituciones, tienen excedentes de dinero y buscan hacerlo crecer. Los vendedores, por otro lado, tienen un déficit de fondos y buscan obtener financiamiento para mantener o expandir sus operaciones.

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Este mercado de valores actúa como un intermediario que satisface los deseos de ambos grupos: rendimientos para los inversores y financiamiento para las empresas. Sin embargo, en un mundo globalizado como el nuestro, cada acontecimiento repercute en los mercados, tanto a nivel nacional como internacional. En las últimas semanas y meses, eventos como la guerra en Ucrania y Rusia, el conflicto en Israel y Palestina, y la inflación en Estados Unidos han estado en boca de todos y por eso, empezarán a tener un efecto en la economía global.

La crisis política internacional plantea la posibilidad de una crisis o recesión a nivel mundial, lo que podría desencadenar la caída del mercado de valores. Una disminución en el mercado de valores podría hacer que las empresas e instituciones encuentren más difícil obtener financiamiento, lo que podría llevar a recortes en sus operaciones, incluyendo despidos y la eliminación de ciertos servicios.

Esto podría desencadenar en distintos tipos de consecuencia durante un prolongado período de tiempo. A estos ciclos se les conoce como mercados bajistas o recesiones, según la magnitud de la caída. A los ojos de un economista, las crisis en política son responsables de un efecto dominó en la vida de las personas.

Sin embargo, ¿existe la posibilidad de sacar provecho de estas inoportunas situaciones? La verdad es que estas noticias no necesariamente tienen que ser desalentadoras. Cada crisis se manifiesta de manera única, y es imposible predecir cuándo ocurrirá exactamente. Sin embargo, cada conflicto internacional para el mercado de inversiones también trae consigo oportunidades.

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Por ejemplo, el mercado de valores puede experimentar caídas de hasta un 30% en ciertos momentos, y las acciones de empresas prestigiosas pueden estar disponibles con descuentos de más del 50% en determinados momentos. Si has logrado ahorrar dinero y te has capacitado en cómo invertir en el mercado de valores, podrás aprovechar estas oportunidades para adquirir empresas a precios rebajados.

Mi recomendación en un mercado incierto como el actual es tener una estrategia de inversión clara. No inviertas el 100% de tus fondos; en su lugar, mantén una reserva de liquidez que te permita aprovechar las oportunidades que el mercado presente. Al decidir comprar una empresa o instrumento en particular, hazlo de manera gradual. Por ejemplo, si deseas invertir US$100 en una empresa, considera realizar 5 compras de US$ 20 con ciertos intervalos de tiempo.

Recuerda que, en medio de la crisis, hay oportunidades para aquellos que sepan adaptarse. Es un momento desafiante para quienes no lo hacen. La elección es tuya: ¿verás la crisis como un obstáculo o como una oportunidad?

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