El candidato a astronauta español, Pablo Álvarez Fernández, iniciará su entrenamiento para participar de la misión especial Artemis en abril próximo. Durante el Airbus Summit 2022, que se realiza en Toulouse y Múnich esta semana, Álvarez se tomó unos minutos para hablar con El Comercio sobre lo que implica dar el salto al espacio.
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—Fuiste elegido hace muy poco para participar de la emisión espacial Artemis.
He sido elegido para empezar el entrenamiento. Habrían unas primeras misiones a la Estación Espacial Internacional, y luego, con mucha suerte y mucho trabajo, quizá podríamos ir a la luna con la misión Artemis, que es en la que Europa contribuye poniendo el módulo de Servicio Europeo en la nave Orión y con varios segmentos de Gateway, que será una futura estación espacial que orbita alrededor de la Luna.
—¿Cuál es el objetivo de Artemis?
El objetivo de Artemis, además de volver a la Luna, es sobre todo el desarrollo tecnológico y científico de todo tipo que tenga un impacto en la Tierra. Todo lo que hacemos en el espacio tiene el objetivo final de mejorar la vida de todos los ciudadanos de este planeta. Vamos a la Luna para, de alguna forma, pasarlo mal allí y ver qué podemos desarrollar, cómo podemos aprovechar los recursos que tenemos allí al máximo. Allí casi no tienes nada. Tienes que intentar usar el regolito (polvi fino que cubre la luna) de la luna para conseguir oxígeno, vives en condiciones extremas, tienes que desarrollar paneles solares que te den energía, tienes un montón de retos tecnológicos que luego tienen sus ‘spin offs’ en aplicaciones en la tierra. Ejemplos hay muchos…cuando empezaron a hacer más pequeños todos los componentes electrónicos que de alguna forma han acabado en los teléfonos móviles. Además, los filtros que usábamos para purificar el aire en la estación espacial entraron en alta demanda cuando empezó la pandemia en 2020. El agua es un recurso muy caro para subir al espacio, cada kilo cuesta mucho dinero, entonces, se reutiliza todo. De alguna forma, lo que vemos hoy en el espacio lo vamos a ver mañana. Esos sistemas se están utilizando ya en comunidades de África con problemas de agua. Además, muchos avances biomédicos de ciencia, de materiales y, por supuesto, científicos de exploración espacial.
—¿Cuánto dura la misión?
Las misiones a la estación espacial están durando hasta seis meses, las de los europeos. Pero, también van a haber misiones más cortas, de 10 o 15 días, un mes. Varía mucho. Las de Orión a la luna inicialmente están durando 24 días, pero se irá aumentando de forma incremental en el futuro. Se momento está -el máximo- en 41 días. La limitación principal que tendremos cuando enviemos humanos (a la Luna) es la radiación que recibimos. En la luna es tres veces superior a la que recibes en la estación espacial, que es muy superior a la que recibes en la tierra. Este es el factor limitante para la longitud de las misiones.
—De concluir exitosamente el entrenamiento, ¿la misión partiría en el 2025?
La primera misión no podría ser antes de 2026 y sería a la estación espacial. Eso, si todo va bien, pero probablemente sea más tarde. Los billetes son muy limitados. Se han elegido 17 candidatos, 17 astronautas. De ellos, 11 son reservistas que no van a empezar todavía el entrenamiento básico. Hay cinco (compañeros) de carrera que sí vamos a empezar el entrenamiento básico, y va a haber un astronauta con una discapacidad, que es un compañero británico para un estudio de viabilidad. La Agencia Espacial Europea va a intentar poner en órbita por primera vez a alguien con una discapacidad.
—¿En qué consiste el entrenamiento?
El primer año es un entrenamiento básico en el que te enseñan todo lo que tienes que saber para ser astronauta.
—¿Teórico y práctico?
Teórico, práctico, sí. Luego tienes un entrenamiento incremental en el que te especializas en los distintos módulos de la estación espacial. Además, tienes que aprender submarinismo, supervivencia, por si algo va mal durante el lanzamiento y caes en, por ejemplo, en el Salkantay (sonríe) y tardan un par de días en recogerte. Tienes que saber como sobrevivir, como alimentarte, como no pasar frío si caes a 5.800 metros de altura. Es un entrenamiento súper variado.
—¿Cuando empieza?
El 3 de abril del año que viene.
—¿Debe mudarse de ciudad?
Sí, (el entrenamiento) es en Colonia, donde está el Centro Europeo de Astronautas en Alemania. Iré para allá en marzo.