La Sociedad Nacional de Industria (SNI) proyectó que para el 2023, el PBI crecería 2,5%, debajo del 3% de su última proyección de agosto. Asimismo, las variables del consumo privado, con una proyección de crecimiento de 2,9%; inversión privada, con 0,5% e inversión pública, con -0,5% seguirían la tendencia pasiva (sin estímulos) de las variables económicas, señaló Antonio Castillo, gerente de Estudios Económicos de l gremio.
Afirmó que para el próximo año el sector manufactura crecerá 2,3% tanto primaria como no primaria.
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El profesor principal del Departamento Académico de Economía de la Universidad del Pacífico, Carlos Casas, advirtió que el sector manufactura está orientado al mercado interno y lo que está afectando su impulso es la falta de confianza de los consumidores e inversionistas.
“No se ve a un Ejecutivo comprometido con llevar adelante al país o con una visión clara de qué se quiere lograr. Mientras no haya una visión, poco es lo que se podrá hacer”, dijo.
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Propuesta
Entre las medidas para enfrentar la coyuntura del 2023, la SNI enfatizó el centralizar la ejecución de las grandes obras estratégicas nacionales y regionales en organismos especializados, convertir el programa de compras a MYPErú en un eje de reactivación de las microempresas, ampliar las obras por impuesto que permitan la creación de empleos por impuestos, emitir el reglamento de la Ley que asigna el 40% de las compras del Estado para las micro y pequeñas empresas manufactureras nacionales y dar impulso a la exportación no tradicional.
Con el cumplimiento de estas medidas, anotaron que el PBI tendría un crecimiento de 3,5% para el 2023, el consumo privado de 3,8%, la inversión privada de 3,4% y la inversión pública de 2,5%. Así también, el sector manufactura llegaría a crecer 4,5%.
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Según Jesús Salazar, presidente de la SNI, el país no crecerá si no se logra salir de la crisis política y social que arrastra lo económico.
“Estamos perdiendo esa inercia que teníamos con proyectos que han continuado, pero no se está hablando de grandes proyectos a futuro”, explicó.
Por otro lado, para llevar al país a una situación de confianza y crecimiento perdidos por temas de conflictos políticos, el gremio propone un pacto nacional por el desarrollo social y económico del Perú entre los diversos actores de la sociedad civil y las autoridades nacionales, regionales y locales.
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Este pacto busca reducir la pobreza al 20% y eliminar la pobreza extrema al 2026, la reducción de los índices de anemia y desnutrición crónica así como un crecimiento por encima del 4% del PBI.
“No podemos crecer menos de ese 4% si queremos tener a esa masa laboral que son casi 300 mil trabajadores al año que se incorporan a la PEA”, agregó Salazar.
Javier Dávila, exviceministro de Mype e Industria apuntó que el sector podrá desarrollarse y generar empleo siempre que se recuperen inversiones de proyectos importantes como Chavimochic, que traería unos 80 mil puestos de trabajo a La Libertad.
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Asimismo, el destrabe de proyectos mineros que generan una movilidad importante en el sector industrial, ayudaría con la recuperación del sector, agregó.
Además, coincidió con la SNI en que se debe impulsar el programa MYPErú para que se destine el 40% del presupuesto de compras de los gobiernos y así movilizar, en su primer año y siendo conservadores, S/ 1.000 millones.
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“Luego se tendría que crear un programa de financiamiento para que las empresas puedan adquirir maquinaria y equipo y comenzar a operar nuevamente”, añadió.
Finalmente, resaltó la importancia de una corresponsabilidad entre el sector público y el privado para articular programas con cadena de valor.
El reporte de la SNI anotó que la manufactura no primaria cayó por segundo mes consecutivo ubicándose en agosto en -0,3%.
Los sectores con mayor incidencia negativa en la caída de agosto fueron bienes de consumo (-2,8%), manufactura (-2,5%) y bienes de capital (-1,9%).