Ayer (11 de octubre) el país despertó con nueva información brindada por los colaboradores eficaces de la Fiscalía, los cuales apuntan al presidente Pedro Castillo y a sus colaboradores más cercanos, entre ellos, Segundo Alejandro Sánchez, dueño de la famosa casa del pasaje Sarratea (Breña), quien se halla prófugo de la Justicia.
Según la Fiscalía, Sánchez contactó al presidente Castillo este con los socios de la minera canadiense Macusani Yellowcake con el objetivo de “obtener ventajas y beneficios económicos”.
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Más precisamente, Sánchez les habría propuesto venderles casas para campamentos mineros “a cambio de apoyo en gestiones administrativas necesarias para iniciar la explotación de concesiones mineras que la empresa tiene en el Perú”, según Epicentro TV.
Para contrastar esta información, Día1 se contactó con Ulises Solís, gerente general de la minera en nuestro país, quien reconoció haberse contactado en Lima con Sánchez para “llegar hasta el presidente”, pero no para “obtener facilidades en el otorgamiento de trámites”.
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“Nuestras reuniones ocurrieron en setiembre de 2021 y no obtuvimos ningún beneficio. Si tenemos alguno es porque lo hemos tramitado nuevamente, y seguimos tramitando nuestras licencias (de exploración) con toda la burocracia que ello implica”, apunta el empresario.
De acuerdo a este, el interés de reunirse con el presidente partió de la necesidad de conocer si este iba a nacionalizar o no el depósito de litio que su representada opera en la meseta de Macusani (Puno).
“Por esta razón queríamos hablar con el presidente, pero no sabíamos cómo llegar a él. Y es de esta manera, por recomendación de varias personas, que llego donde Segundo Sánchez, quien manejaba entonces la agenda presidencial. Me dieron su teléfono, lo llamé y le dije que queríamos conversar con el presidente para explicarle las bondades del proyecto (de litio)”, indica.
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Solís apunta que era entonces setiembre del 2021, y no se descubrían aún en el horizonte los indicios de corrupción que empezaron a destaparse luego (a inicios de 2022) por lo que “nos reunimos en mi oficina, porque no tengo nada que ocultar”, apunta.
El empresario recuerda que Sánchez llegó a la reunión con Gian Marco Castillo, sobrino del presidente. La conversación duró cerca de dos horas y dio los resultados esperados.
“Al día siguiente – continúa - Sánchez me llama y me dice: ‘Don Ulises, el profesor lo va a recibir hoy a las 4 pm’. Y eso es lo que aparece en la hoja de visitas de Palacio”.
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En la reunión el mandatario le aseguró a Solís que su gobierno no iba a expropiar el proyecto de litio porque esa declaración era solo una “pose de campaña política” y que él quería dar la “bienvenida a las inversiones”.
El empresario señala que aprovechó esta buena disposición para pedir al presidente que repita eso mismo a los altos ejecutivos de American Lithium, casa matriz de Macusani Yellowcake. Y es así que nace la propuesta de verlos en Nueva York, aprovechando la visita presidencial a la ONU (fines de setiembre).
La foto que conmemora ese encuentro fue publicada en las redes sociales el 22 de setiembre de 20021. Allí se ve a Ulises Solis, Simon Clark (CEO de American Lithium) y Michael Kobler (fundador de la empresa) con el presidente Castillo en la residencia del Embajador de Perú en EE.UU.
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Según Solís, la reunión duró apenas cinco minutos, tiempo suficiente para que el presidente tranquilice a los ejecutivos.
“…Damos la bienvenida a la inversión extranjera en el Perú con reglas claras que protegen a las personas y el medio ambiente y que promueven el desarrollo económico de la región y del país”, dijo el mandatario.
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LA SOLICITUD DE ALEJANDRO SÁNCHEZ
¿Y la solicitud de favores del dueño de la casa de Sarratea? Solís señala que eso sí ocurrió.
“Eso es verdad. Él (Sánchez) había constituido una empresa para vender campamentos prefabricados para las empresas mineras, casas contraplacadas que soportan hasta tres pisos”, precisa.
De acuerdo a Solís, se acordó aceptar la propuesta del empresario chotano pero “llegado el momento”, porque el proyecto de litio se encuentra aún en etapa de exploración y no en “fase de construcción de campamentos”.
“No le hemos comprado nada. Y gracias a Dios que no fuimos beneficiados en ningún trámite, porque solicitamos una declaración de impacto ambiental que fue rechazada por la ANA y hemos tenido que volver a empezar”, anota.
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Solís niega que se hayan reunido en Nueva York con Sánchez y con Miguel del Castillo Reyes, hijo del ex congresista aprista Jorge del Castillo, como señala la Fiscalía.
“La reunión fue solo con el presidente Pedro Castillo, a quien le creí todo lo que nos dijo. Vi una persona honesta y sana. Claro. Eso fue antes de que estallara el escándalo de Sarratea”, comenta.
Alejandro Sánchez se encuentra prófugo de la Justicia. Según la Fiscalía, el empresario ayudó a financiar la campaña presidencial de Pedro Castillo con “activos económicos de origen desconocido” para luego “dar paso a coordinaciones colusorias en las contrataciones públicas”, por lo que ha pedido su detención preliminar por el plazo de 10 días naturales.