Dar el paso hacia el matrimonio no solo abre las puertas a un nuevo conjunto de responsabilidades, sino que se crea un vínculo con la pareja que acarreará consecuencias que podrían poner en peligro su identidad crediticia, por ejemplo.
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A propósito de día de San Valentín que se celebra este viernes 14 de febrero, conversamos con dos especialistas sobre las responsabilidades que se crean cuando se vive en pareja o se casa.
SOCIEDADES ENTRE DOS
Existen dos regímenes económicos matrimoniales: la sociedad de gananciales (en las que los bienes adquiridos dentro del matrimonio pertenecen a la pareja) y la de separación de bienes (cuando los patrimonios no se juntan).
Los convivientes, asimismo, también pueden tener derechos similares a los de las sociedades de gananciales; aunque deberán declarar la relación ante la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp), con el fin de saber cuáles son los bienes de cada quien previo al inicio de la relación.
“La convivencia legalmente se formaliza a través de una declaración judicial o notarial. Un juez debe validar la unión de hecho de estas dos personas. Esta resolución se inscribe en los registros públicos y tiene efectos. Y efectos se traduce en personal y penal”, señaló Edgard Ramírez, abogado civil del Estudio Linares.
En tanto, en el matrimonio, existe la figura de separación de bienes; de lo contrario, se tendrá una sociedad conyugal en la que las dos personas juntan sus patrimonios.
“Cuando se casan bajo el régimen de separación de patrimonios, todas las obligaciones, deudas o beneficios, son para esa persona. Contractualmente cada uno responde”, añade.
EN LAS DEUDAS
Uno de los aspectos en los que se podrían ver más afectadas las personas que se casan bajo las sociedades gananciales es bajo el punto de vista crediticio.
“Si está casado bajo régimen de bienes mancomunados y saca un crédito el esposo, por ejemplo, y entra en mora, la esposa responde por el crédito. Ambos son responsables solidarios por el crédito que saque cualquiera de los dos”, indica Jorge Carrillo Acosta, profesor de Pacífico Business.
La consecuencia más grave, añade, es que si el esposo, por ejemplo, cae moroso en Infocorp, ambos saldrán mal reportados en el sistema financiero,
En ese sentido, Carrillo Acosta añadió que en los préstamos bancarios de productos como las tarjetas de créditos, los bancos solo piden la firma del cliente.
“Teóricamente, los dos tienen que firmar siempre. Pero lo típico es que la banca asume el riesgo y en algunos productos como tarjetas de crédito no piden la firma de la esposa, pero eso no exime de que ambos sean responsables”, manifestó.
Si desea conocer cuál es el reporte de deudas de usted y su pareja, puede revisar tres apps gratuitas (SBS, Kalifika, Sentinel) que sirven para verificar la situación crediticia de ambos cónyuges.