Redacción EC

En el último Ranking de Competitividad Mundial 2024, Perú cayó 7 puestos en el pilar de eficiencia empresarial, quedando en el puesto 60 de 67 países. Este retroceso refleja las dificultades que la coyuntura nacional impone a las empresas, ya que las desafía a encontrar nuevas estrategias que les permitan mantenerse competitivas y crecer en un mercado global cada vez más exigente. En este contexto, los equipos de alto rendimiento emergen como un factor clave para promover el crecimiento y la innovación empresarial.

Los equipos de alto rendimiento están conformados por colaboradores que cuentan con características específicas. Su objetivo principal es alcanzar las metas de la organización, sin dejar de lado sus propósitos individuales, trabajando de manera colaborativa. Las características de estos equipos suelen ser que son cohesionados, colaborativos y diversos, lo que los convierte en un pilar crucial para las empresas que buscan destacar en el mercado.

“El éxito de las empresas peruanas en el escenario global depende de su capacidad para formar equipos excepcionales”, afirma Felipe Cuadra, Chief Experience Officer y cofundador de .

Pero, ¿qué se necesita para que los equipos de alto rendimiento puedan cumplir con las estrategias que definirán la eficiencia de los colaboradores para lograr los objetivos de la empresa?

Un paso esencial para implementar equipos de alto rendimiento es conocer cómo funciona la organización desde dentro, lo que ayudará a identificar las fortalezas y debilidades. Esto permitirá aplicar un plan de acción que minimice los riesgos mientras se fortalece la orientación hacia el alto rendimiento.

El liderazgo centrado en las personas es de suma importancia ya que permite que los líderes tengan en claro el objetivo de cada tarea. El autoconocimiento como clave del éxito también es clave para que los ejecutivos y sus equipos promuevan el crecimiento personal identificando las habilidades de los colaboradores mediante evaluaciones internas.

Por otro lado, la inversión en desarrollo continuo debe estar a la vanguardia de los avances en tecnología, así como en las áreas de interés en el core del negocio. Asimismo, la toma de decisiones colaborativa de cada miembro del equipo es importante porque cuenta con una perspectiva individual que puede enriquecer la visión grupal.

Del mismo modo, la cultura de retroalimentación constructiva sirve para impulsar la productividad y el crecimiento de cada miembro del equipo. De igual forma, la planificación sólida y comunicación efectiva es esencial para lograr las metas propuestas. Esta debe incluir una definición clara de las tareas a realizar, los recursos a utilizar, y los plazos definidos.


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