La minería no ve nubes negras en el horizonte este año y el siguiente con excepción del Fenómeno del Niño, cuyo impacto será moderado para las operaciones mineras debido a que estas se encuentran en zonas que no serán afectadas.
Por este motivo, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) no visualiza un impacto en la producción minera.
“Más bien el año 2024 debemos ver un año pleno de producción de Quellaveco y un año pleno de producción en Las Bambas. Por lo tanto, el próximo año en producción de cobre deberíamos estar bordeando los 2,8 millones de toneladas de cobre”, indicó Víctor Góbitz, presidente del gremio minero-energético.
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Esto significa que la producción cuprífera del país alcanzará su cenit histórico, superando en 14% al nivel alcanzado en 2022.
No obstante, Rubén Arratia, director de investigación para metales base y metales preciosos de Wood Mackenzie, ha alertado que este será el máximo nivel que alcanzará nuestro país.
Esto, como consecuencia de la paralización de muchos proyectos cupríferos “los cuales tienen los permisos parados”.
“Los próximos tres años no tenemos en el mapa un nuevo gran proyecto de cobre y estos no van a aparecer de la nada”, remarcó Miguel Cardozo, presidente de Perumin 36.
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En ese sentido, los tres especialistas coincidieron en señalar que la Ventanilla Única Digital anunciada por el Gobierno ayudará a desenmarañar la frondosa tramitología que paraliza el desarrollo de los grandes proyectos.
Esto, conjuntamente con el relanzamiento de Tía María, el cual es un proyecto que tiene todos sus permisos en orden y podría ser construido de manera casi inmediata.
“Si los peruanos hiciéramos la reflexión de ponernos de acuerdo en este proyecto, el impacto sería muy significativo”, precisó Góbitz.
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