Alfredo Thorne: Compromiso total con la disciplina fiscal
Alfredo Thorne: Compromiso total con la disciplina fiscal
María José Gallo Gold

Alfredo Thorne, el próximo ministro de Economía se siente confiado y optimista frente al trayecto económico que tomará el Perú en los próximos años. Sin embargo, asegura que nada de lo que se tiene que hacer como titular del Ministerio de Economía y Finanzas (() es fácil. Por el contrario, es un reto que asumirá con ecuanimidad. La entrevista se llevó a cabo el martes previo a la renuncia del presidente de Petro-Perú.


¿Cómo conoció a PPK? 
Fui estudiante de su hermano. Fui a la Universidad de Cambridge y él fue mi supervisor de tesis. Cómo comprenderás, pasamos horas discutiendo la tesis y nos llevamos muy bien. Después, su hermano me pidió que lo contactase. En realidad lo conocí a partir del 2001 cuando él regresó con el presidente Toledo y me llamó para ser parte de un comité de asesores externos al MEF. Cada vez que yo venía conversaba mucho con él.

¿Cómo fue la conversación cuando lo invitó a ser el titular del MEF?
Fue muy graciosa, porque me dijo que él quería ser presidente y que quería tener un economista no ortodoxo. Le pregunté si yo era el “no ortodoxo”. La verdad es que siempre hemos tenido mucha concordancia de ideas. No estamos apegados a ningún dogma ni él ni yo, nos consideramos economistas de centro y creo que eso es lo que se ha visto en la campaña.

¿Y entre liberales y conservadores?
En algunas cosas más liberales y en otras más progresistas, pero yo diría que en la parte social, bastante más progresistas que el común. Ahí hay muchas cosas que él ha planteado en agua y desagüe y el combate contra la pobreza, que son cosas que el país tiene que hacer. Pero en el manejo económico sí somos bastante conservadores, en el sentido de que nosotros pensamos que el país tiene que ser bastante más productivo. Eso pasa por invertir en educación, servicios públicos, combate a la corrupción, mejora de la seguridad, etc.

¿Qué tan seguro se siente en el sector público? ¿Siente que conoce la cancha?
Sí, lo conozco bastante bien. Me ha tocado siempre negociar del otro lado. Conozco a los actores, he trabajado con ellos toda mi vida. Para mí no es una cancha desconocida, es harto conocida. Lo importante es formar un equipo que realmente funcione como tal. La parte política del MEF es muy importante.

¿Y qué tan político se siente?
No me siento tan político. Me siento político en el sentido de que, desde el punto de vista técnico, uno tiene que negociar las cosas, y saber qué es lo que uno gana y qué es lo que uno deja. Si me preguntas si voy a candidatear, te digo no. Mi rol es un rol técnico y creo que esa es la función que Pedro Pablo quiere que cumpla. No soy ni Martín Vizcarra ni Meche Aráoz. Ellos tienen un rol político y dejemos que los políticos hagan su chamba política y que yo pueda hacer mi chamba económica.

CÓMO SE VIENE LA ECONOMÍA
¿Cuál es su estimación sobre el crecimiento para este año?
Nosotros somos un poco más positivos con el crecimiento. Estimamos que este año vamos a llegar a un margen entre 3,4% y 3,5%. Creo que ha habido expectativas erróneas del lado de los economistas, puesto que se sabía que el primer trimestre iba a ser muy fuerte, ya que el primer trimestre el año pasado fue muy débil, entonces la comparación anual se ve favorecida. En el segundo trimestre el año pasado hubo un rebote, lo que hace que la comparación anual no sea tan fuerte. La segunda mitad del año es un período de transición, nosotros recién entramos al gobierno el 28 de julio, pero nos vemos muy positivos con respecto al 2017. Estamos trabajando un número de 4,5% para el siguiente año, que es un número razonable, y más bien pensaríamos que vamos a poder cumplir con nuestro 5% antes de lo esperado.
 
¿Cómo ve el contexto internacional?
Es un contexto difícil, pero muy similar a lo que habíamos anticipado en el plan de gobierno. Tenemos que prepararnos como país para un entorno internacional que no nos de las fuentes de crecimiento que nos dio en el pasado, de alto crecimiento de los precios de materias primas. Tenemos que crear fuentes de crecimiento que, de alguna manera, compensen por los ‘shocks’ externos que tenemos y esa es un poco la economía que queremos desarrollar. El turismo es un gran sector, la agricultura está yendo muy bien, en la reforestación tenemos grandes compromisos, pero tenemos que invertir en nuestra gente y en productividad.

¿La ratificación de Julio Velarde en el BCR es por el período completo?
Con Julio tenemos una gran relación, creo que nos vamos a llevar muy bien. Tiene una gran credibilidad como titular del BCR, lo ha hecho extraordinariamente bien. Hemos tenido varias reuniones ya con él. Lo digo con sinceridad, hay una gran concordancia de objetivos que nos puede ayudar a solucionar una serie de problemas, como la informalidad, infraestructura, entre otros temas. Es una persona que va más allá de su rol como presidente del BCR. Yo lo quisiera tener mientras dure, como se dice, y creo que va a durar por un buen tiempo.
 
Tras ser anunciados como ganadores, las calificadoras de riesgo levantaron la alerta por la ampliación del tope fiscal al 3%, ante lo cual se revisó esta ampliación al 2,8-2,9%.
Llamamos a las principales agencias, dos de las tres, les explicamos nuestro programa y creo que están tranquilas. Lo que les preocupaba era que el siguiente gobierno no tuviese un compromiso con la solvencia fiscal. Les hemos dicho que estamos en el proceso de hacer el presupuesto y que nuestro compromiso es total con la disciplina fiscal. Lo que vamos a hacer es llevar gradualmente el déficit al 1%, que es lo que está en la ley de transparencia fiscal hacia el 2021. Obviamente esta discusión la vamos a mantener con las agencias.

INFORMALIDAD: IMPUESTOS, REFORMA LABORAL, TRÁMITES Y PENSIONES
La propuesta de disminuir el IGV ha tenido muchos críticos. ¿La ratifica?
Sí. Hemos buscado una solución que acomode las preocupaciones de algunos de nuestros críticos y vamos a sujetar las reducciones del IGV a metas de recaudación fiscal. Entonces vamos a bajar un primer punto y vamos a establecer una meta de recaudación. Cumplimos esa meta y bajamos el siguiente punto y así con el tercero. 

Tienen metas ambiciosas en la reducción de la informalidad. 
Creemos que la informalidad es un problema multidimensional y así hay que tratarla en la nueva estructura del MEF. Estamos organizando un grupo de asesores que ya están bastante comprometidos y que nos van a ayudar a establecer una política para promover la formalidad –preferimos realzar la parte positiva–. Queremos expandir las funciones de la persona que está hoy en día a cargo del Consejo Nacional de la Competitividad, y que sea una especie de zar o zarina de la competitividad y la formalidad.

Sin embargo, qué pasa si se aplican las medidas, pero no se logran las metas de formalización y, por ende, de recaudación. ¿Aun así se reduciría el IGV? ¿Cuál es el plan B?
Nuestros críticos han relacionado nuestra reducción del IGV a nuestras políticas de formalidad. No es necesario ese orden. El impuesto del IGV no está recaudando lo que debería y la recaudación tributaria está concentrada en muy pocas empresas e individuos. Y si queremos construir un Estado moderno tenemos que, de alguna manera, democratizar el sistema tributario, y eso es lo que estamos haciendo. Eso implica repensar el sistema tributario bajo una serie de parámetros, pero lo importante es que el sistema tributario vaya de la mano con hacer que este objetivo crezca y aumentar la productividad general de la economía.

Entrando al terreno de la reforma laboral, Miguel Jaramillo (Economista de Grade) afirma que uno de los grandes problemas es que se necesita mayor flexibilidad para contratar y descontratar. 
Miguel Jaramillo nos está ayudando a trabajar este tema. Lo más importante que plantea Peruanos por el Kambio es la formalidad. Si logramos cumplir nuestra meta de pasar el 50% de nuestra fuerza laboral a que sea formal en el 2021, creo que es la mejor reforma laboral que podríamos haber hecho nosotros. Esto porque vamos a poder dar a los trabajadores beneficios sociales que hoy en día no tienen. Esto nos va a dar un margen de negociación con los sindicatos y los empresarios para llegar a un acuerdo. Los temas de mayor flexibilidad están atracados en el Tribunal Constitucional (TC). Tenemos que trabajar con el TC y convencerlo de que una mayor armonía y distensión dentro del Consejo Nacional del Trabajo nos va a permitir hacer que el pastel crezca y que más trabajadores accedan a beneficios sociales y laborales.

Hay otros temas amarrados a la formalización como la tramitología, lo complicado de los formularios, el ‘papeleo’. ¿Qué tipo de propuestas abordan este problema?
Estamos totalmente convencidos que el tema de la formalidad no es un tema tributario. Nosotros pensamos que el tema de la formalidad es multidimensional y hay que atacarlo de esa manera. Una de esas partes es el Estado y su eficiencia.

Han mencionado que harán una revisión integral del sistema de pensiones. ¿Qué tienen pensado?
Vamos a plantear una reforma de largo alcance. Tenemos que buscar consensos que sean duraderos y permanentes dentro de las distintas bancadas. Chile es un buen ejemplo en ese sentido. Han armado una comisión con representantes de distintos grupos políticos, técnicos y académicos. Debemos optar por algo que combine la negociación política con la académica y técnica de qué es lo que tendríamos que hacer. De optarse por ello, deberíamos llegar a un acuerdo con los partidos de oposición. Porque vamos a revisar todo el sistema de pensiones, las AFP, la ONP y Pensión 65 y tratar de buscar el mejor diseño. Lo importante es que el sistema sea popular, que cubra a gran parte de la población económicamente activa y no solo a una parte, que es lo que está pasando hoy día. 

EL SNIP Y LA DESCENTRALIZACIÓN
Una de las propuestas de campaña fue disolver el SNIP, en el marco de la creación de un ministerio de apoyo a las regiones. ¿Cómo funcionaría este cambio de paradigma?
Estamos trabajando la reforma de Pro Inversión. No es fácil porque tiene que ligar al MEF con Pro Inversión y con la creación del ministerio de apoyo a las regiones. Lo ideal es que haya una entidad, que podemos llamar Pro Inversión, que se especialice en el desarrollo de proyectos y que, a la misma vez, mantenga un nivel de control presupuestario por el lado del MEF. 

¿Y esto cómo juega en el proceso de descentralización?
Estoy totalmente casado con la descentralización. Este nuevo Pro Inversión es una entidad que tiene que contar con oficinas en los gobiernos regionales, tiene que trabajar directamente con los gobernadores y alcaldes para sacar sus proyectos adelante.

ENERGÍA: EL GASODUCTO DEL SUR (GSP) Y PETRO-PERÚ
El respaldo financiero del GSP estaría en la cuerda floja por la participación de Odebrecht. ¿Ustedes qué harían si esta situación se mantiene cuando asuman el gobierno?
Hasta el momento hemos tenido varias discusiones con el consorcio del GSP y las cosas van bastante bien. Hay cuatro postores que quisieran comprar la participación de Odebrecht en el GSP, todos de primerísima calidad. También hay un grupo de bancos que están dispuestos a financiar los US$4.100 millones y nos han venido a buscar. Estamos positivos con que el proyecto va a salir adelante. Hay una parte que tendría que hacer el MEF y el ministerio va a hacer lo que tenga que hacer para que el proyecto sea de buena calidad y lleve el gas al sur del Perú. Todas las partes están haciendo lo que tienen que hacer para que el proyecto camine. Lo principal, como lo mencionas, es la venta de la participación de Odebrecht y eso debería suceder tan pronto como la próxima semana.

En cuanto a Petro-Perú, hemos tenido un derrame fuerte, un oleoducto que no tenía mantenimiento desde hace 16 años y ahora se está diciendo que Petro-Perú debería entrar al ‘upstream’. ¿Ustedes van a apoyar esto último?
En cualquier alternativa, Petro-Perú siempre va a existir como empresa del Estado. Lo que tenemos que lograr, más allá de eso, es que Petro-Perú como empresa pública sea bastante más eficiente. Los temas del oleoducto lo están probando. Ha habido temas en la administración de Petro-Perú que no ha estado al tanto de los eventos. Y Pedro Pablo es una persona que, en su momento, trabajó en el Ministerio de Energía y Minas con Petro-Perú estatal y funcionó muy bien en ese entonces. Petro-Perú producía 200 mil barriles diarios, hoy día produce 46 mil, por lo que entiendo. Entonces deberíamos ansiar revitalizar Petro-Perú y convertirla en una empresa estatal de petróleo de primer nivel.

Entonces, ¿sí estarían de acuerdo con que vaya al ‘upstream’?
Primero tendríamos que solucionar los temas gerenciales y de administración de Petro-Perú y después tenemos que decidir qué otras cosas hay que darle. Pero yo creo que el problema del sector energético peruano va mucho más allá de Petro-Perú. Nuevamente, hoy día producimos 46 mil barriles diarios, no hemos podido licitar pozos, no hemos podido atraer capitales y eso es lo que tenemos que solucionar. Tenemos que solucionar el sector, no solo una empresa. Eso significa que tenemos que revisar una serie de áreas de ese sector para hacerlo de primer nivel en el ámbito mundial.

¿Cree que debemos apostar a ser un país petrolero?
Tenemos grandes reservas de gas, las hemos explotado. Tenemos grandes celos de nuestros vecinos de que tenemos precios de la energía más barata y a eso se debe en gran parte nuestro éxito, y tenemos que hacer algo similar y algo bien en el lado de hidrocarburos. En esto tenemos que tomar ventaja de las condiciones, el mercado no nos ha ayudado, los precios están exageradamente bajos y hay un exceso de oferta mundial, pero esto es temporal, eventualmente eso se va a corregir. Tenemos que plantear sistemas de regulación que estimulen la extracción de petróleo y la extracción del gas, y que se convierta en una fuente de crecimiento económico.

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