Aluminio, el metal que pretende terminar el reinado del cobre
Aluminio, el metal que pretende terminar el reinado del cobre

Entre el 2006 y 2010 cuando el precio del empezó a escalar hasta llegar a sus límites históricos, la industria en general se hallaba muy alarmada, su dependencia del cobre hacía que se esforzara en hallar un reemplazo de menor costo, encontrando en el una alternativa.

Pese a los últimas y el presente, durante los últimos doce años, el precio del cobre se ha más que cuadruplicado desde US$ 1.483 a US$ 7.125 la tonelada para las entregas a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres. El aluminio, por su parte, apenas se ha movido, y cuando cae lo hace en la misma proporción que el cobre. El precio del cobre se cuadruplicó, en este período,  pese a que la producción del metal ni siquiera se ha duplicado. El mundo produjo 13,2 millones de toneladas métricas de cobre en el 2000 y 17,9 millones en el 2013.

Sigue a Portafolio también en 

Si bien la producción mundial de cobre no se incrementó sí lo hizo el de aluminio, demostrando así el creciente interés de los mercados por este metal en todos los campos, tanto en los muy suyos como en el de los del cobre.  En el 2000, la producción mundial de aluminio fue de 24 millones de toneladas métricas; catorce años después, la cifra que reporta el Servicio Geológico de los Estados Unidos era de casi el doble: 47,3millones.

Para el 2011, Alcoa el fabricante mundial de cables, indicaba que el aluminio había sustituido ya el dos por ciento del mercado del cobre, lo que significaba unas cuatrocientas veinticinco mil toneladas métricas. La tendencia era a capturar un porcentaje de hasta 10% en cinco años más.

(Foto: Getty Images)

¿Pero podrá vencer el aluminio al cobre? El reino del cobre es la conductividad y la comunicación digital, aunque se le encuentra también en la arquitectura, como metal decorativo, aún es el metal favorito por esencialmente contados atributos. Por su ductilidad, transporta electrones y calor. Solo hay un metal mejor en este menester que el cobre y es la plata, pero es más cara. Los científicos le han descubierto una propiedad más al cobre: su capacidad antiséptica, antimicrobiana. El cobre se convierte en un muro difícil de escalar para algunos hongos, bacterias, levaduras y virus. Por esto el cobre está también presente en los fungicidas, en las herraduras de caballos y en la pasta dental.

El aluminio, obtenido de la bauxita, que es su única fuente importante, está presente en latas de cerveza y en desodorantes, en medicamentos para la acidez estomacal y aspirinas, en los utensilios para la cocina y hasta en la harina, en los motores de la BMW, en los autos Bentley, Rolls Royce, en los aviones; en ciertos campos profesionales, este elemento, de color y brillo semejantes a los de la plata, vence por mucho margen al cobre. Los ingenieros aeroespaciales prefieren implantar aluminio en lugar de cobre en los satélites de comunicación que próximamente serán lanzados al espacio exterior y puestos en órbita.

El aluminio le ha quitado participación al cobre en los mercados de cables de poder, de equipos eléctricos, de radiadores para automóviles y de sistemas de aire acondicionado; el titanio y el acero, en el mercado de la transmisión de calor; la fibra óptica, en las telecomunicaciones y el plástico, en los sistemas de agua potable y alcantarillado.

Hacia el futuro de la conductividad, se cree que pasará solo uno: o el cobre o el aluminio, pero no los dos juntos. Salvo el precio, el aluminio tiene todo en contra. Por ser más blando que el cobre, los cables de aluminio se deforman con más facilidad. El aluminio se derrite a una temperatura más baja (660°C) que la del cobre (1083°C). Asimismo, hay una diferencia considerable en cuanto a la conductividad.

Si por la carretera del cobre pasan cien electrones por segundo, por una de aluminio de semejante diámetro solo sesenta.­ Sin embargo, puede que las diferencias solo sean temporales. Investigadores de la Universidad de Munich, junto con la BMW, estudian formas de hacer que el aluminio sea tan bueno en cuanto a la transmisión de calor y electricidad como el cobre. El aluminio le está ganando el mercado del cableado aéreo pues es tres veces menos pesado, aunque se necesite de bastante material para aislarlo.

Por su parte en Rusia, científicos de la Universidad Nacional de Investigaciones Tecnológicas, en Moscú, trabajan en un nuevo material: con la ayuda de nanotubos y nanoesferas de nitruro de boro intentan revestir al aluminio de las características del acero. Así que el aluminio tal vez también termine derribando al acero. En este mundo nada puede darse por sentado, por lo pronto la demanda mundial exige cobre, esperemos (por el bien del Perú ) por muchos años más.

Contenido sugerido

Contenido GEC