En los últimos meses, la turbulencia en los mercados financieros globales se ha ido incrementando y ha despertado la preocupación del Banco Central de Reserva (BCR). En su último comunicado de política monetaria, alerta sobre ello; sin embargo, no es el único factor de riesgo en el corto plazo.
De hecho, la autoridad monetaria ahora advierte que hay nuevos riesgos en el horizonte, que vienen tanto del frente internacional como del local.
El gerente central de Estudios Económicos del BCR, Jorge Estrella, prevé que el resto del año haya volatilidad en los mercados financieros globales, tal como ha estado sucediendo.
El efecto de esta turbulencia se ve en variables financieras como el tipo de cambio, que se ha depreciado 3% este año y cotiza en torno a los S/3,33 por dólar. Los rendimientos de los bonos soberanos globales, en tanto, han pasado de 3% a inicios del 2018 hasta 3,97%.
“Esta volatilidad va a continuar, pero no quiere decir que vaya en el mismo sentido. Justamente, es volatilidad porque el viernes todo se recuperó [tras un desplome en los mercados el jueves]. No necesariamente tenemos indicadores que caen, pero sí que suben y bajan”, apunta Estrella.
RUIDO INTERNO
Además del incierto panorama externo, el BCR señala que hay dos temas locales que tienen impacto en variables más vinculadas al sector real de la economía.
Uno de ellos –precisa– es el ruido político que hay en el país, que ha causado una caída en la confianza empresarial. En setiembre, las expectativas sobre la economía a tres meses cayeron a su menor nivel desde marzo.
Además de este factor, para el próximo año se ciernen nubes grises en el horizonte. Uno de los riesgos más grandes sería volver a tener un fenómeno de El Niño (FEN) costero, que es un evento cuya probabilidad de ocurrencia crece. Estrella indica que ahora hay una probabilidad de 0,57 (57%) de que el evento climático golpee al país en la primera parte del 2019.
“Sería lamentable que se diera este fenómeno, pero hay que llevar a cabo políticas preventivas”, sostiene. En caso de que este riesgo llegara a materializarse, Estrella considera que la política monetaria no tendría las herramientas para paliar sus efectos.
MECHA APAGADA
El segundo factor de preocupación para la economía es que la política fiscal da cada vez más señales de menor dinamismo para empujar la actividad. En setiembre, la inversión del gobierno general se contrajo 10,4% en términos reales; es su peor resultado desde abril del 2017. Con ese resultado, el gasto de capital del Estado se estancó en el tercer trimestre y resalta la debilidad de la inversión a nivel de gobierno nacional, dice Estrella.
En ese sentido, el funcionario cuestiona que la ejecución de la reconstrucción del norte avance muy lentamente: a setiembre solo se ha ejecutado el 15% de lo presupuestado.
Para acelerar estas obras claves, considera que se debe emular la experiencia de los Juegos Panamericanos, que utilizan un esquema en que una empresa británica dirige toda la inversión, propicia la competencia y genera incentivos para ser eficientes.
“Debiera priorizarse al ciudadano del norte que está viviendo en condiciones precarias y requiere infraestructura lo más rápido posible. Seguro en el Ejecutivo están viendo los mecanismos para ejecutar más rápido la inversión pública”, indica.