“Reconocer a quien hace lo correcto en el Perú es un antídoto ante la incertidumbre”

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—¿Cuál es ese común denominador en todo hombre y mujer que quiere hacer empresa?

Creo que es la capacidad de creer en sí mismos para crear. Emprender en el Perú es desafiar la adversidad, confiando en las capacidades propias. Emprender en el Perú, a diferencia de otras realidades y economías más desarrolladas, es hacer suya la soledad de implementar una visión y un negocio.

"A través del premio Líderes Empresariales del Cambio, observamos que hay empresarios ávidos y dispuestos para sacar adelante el Perú. Conscientes de todo lo que pueden aportar al país".

—¿Y qué se requiere, ya como empresario, para salir adelante en un país como el Perú?

Observo que el empresario peruano, principalmente las familias empresarias, tiene arraigo. Orgullo y amor por la provincia o región donde inician la empresa. Es ese arraigo y la fuerza del emprendedor lo que les permite sobrellevar la dificultad. Salvo el aporte que hace el Estado a través del Banco Central de Reserva del Perú e instituciones que dotan de estabilidad macroeconómica, en general el empresario peruano enfrenta la adversidad.

—Hoy vivimos tiempos de volatilidad, alta inflación y riesgos de recesión mundial. ¿Cómo se enfrentan coyunturas como estas?

A través del premio Líderes Empresariales del Cambio, observamos que hay empresarios ávidos y dispuestos para sacar adelante el Perú. Conscientes de todo lo que pueden aportar al país. Lo vimos en el momento más duro de la pandemia. Sin embargo, se encuentran sin una interlocución eficaz a nivel gubernamental. No hemos desarrollado la relación entre el Estado y el sector privado.

— En este escenario, ¿qué busca lograr el premio Líderes Empresariales del Cambio?

Los líderes empresariales del cambio en general no solo son eficientes, orientados a resultados y manejan buenos resultados financieros, sino que sobre todo son empresarios responsables. Con El Comercio y Asbanc, desde EY sumamos para reconocer al empresario que lidera el cambio. Porque reconocer a quien hace lo correcto en un país como el nuestro es un antídoto ante el descrédito, la inseguridad e incertidumbre.

"En el sector público, hay miles de peruanos que están haciendo las cosas bien. Creo que tenemos que reconocerlos. Hoy más que nunca requerimos que los funcionarios sirvan cada vez más y cumplan su misión con integridad".

—¿Cómo es el proceso de selección del premio?

Uno no se postula al premio LEC. La llave para acceder al proceso de evaluación lo tienen las entidades financieras agremiadas en Asbanc. Son ellos los que nominan a quienes tengan estados financieros solventes y que están haciendo algo que los destaca frente a sus pares. Luego de ese paso, se comunica a los nominados si deciden someterse a las bases del premio, que son exigentes. Y someterse al escrutinio del comité evaluador y del jurado. Muchos no se atreven a dar ese paso.

—¿Qué expectativas tiene sobre el próximo proceso para el premio LEC?

Con ilusión de encontrar más personas como Jacqueline Ccori, de Ccori Motors. Una mujer que hace empresa y derrocha alegría. O premiar a alguien como Nelly Salcedo, de Boticas Perú, que ha enfrentado desafíos permanentes y fraudes. Pese a eso, sigue adelante. El reconocimiento que aporta el premio se traduce en una emoción. En un país como el nuestro donde tenemos como tarea pendiente reconocer el éxito, este premio es una ventana que nos permite reconocer nuevos rostros.

—Finalmente, ¿qué cree que hace falta, desde el sector público para afianzar su relación con el privado?

En el sector público, hay miles de peruanos que están haciendo las cosas bien. Creo que tenemos que reconocerlos. Hoy más que nunca requerimos que los funcionarios sirvan cada vez más y cumplan su misión con integridad.