No solo se trata de gastar, sino de hacerlo de manera eficiente. Durante su participación del 5° Congreso Internacional de Infraestructura y Desarrollo, organizado por Seminarium Perú y AFIN, Gastón Astesiano, líder del equipo de asociación público-privada del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), destacó este aspecto; y recordó que América Latina se encuentra actualmente muy por detrás de las economías avanzadas en cuanto a inversión en infraestructura.
Incluso, dijo, África Subsahariana está logrando niveles similares a la región en dicha inversión y podría superarla en un mediano plazo.
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Este aspecto se condice con la falta de mayor gasto de capital (en lugar de gasto corriente), de acuerdo al experto, lo cual le quita competitividad a los países de la región pues estos no gastan correctamente y caen en la prestación de servicios de mayor calidad.
“Existe mucho espacio para hacer eficiente el gasto”, puntualizó.
No obstante, Astesiano indicó que América Latina y el Caribe registró un fuerte crecimiento de la inversión en infraestructura en la última década, pasando del 2,7% de su Producto Bruto Interno (PBI) a casi 3,5% del mismo en promedio. Sin embargo, dicho avance no es suficiente pues no alcanza para cubrir la brecha de infraestructura de la región.
CONCENTRACIÓN EN SECTORES
Según el experto, las grandes inversiones en infraestructura que recibe la región se concentran, además, en sectores como energía y transportes, mientras que el enfoque en agua y saneamiento -donde todavía existe un mayor reto de eficiencia y necesidades de la población- es menor.
“Hay una fuerte concentración sectorial. El sector de transportes y energía -mayoritariamente de electricidad- concentran más del 90% de mas inversión privada en infraestructura. Pero el desafío más grande lo vemos en el sector de agua y saneamiento donde se requiere un mayor empuje si queremos alcanzar las metas del milenio”, explicó.
A la concentración sectorial, añadió Astesiano, se suma la concentración geográfica. Nuestro país, junto a Brasil, México, Colombia y Chile son los que reciben mayor cantidad de inversión de infraestructura en la región. "El primero recibe el 65% de la inversión que viene a la región, y el segundo el 11%. Hay una concentración geográfica muy fuerte".
Y si bien el crecimiento de la inversión ha generado un mayor acceso a los servicios básicos de infraestructura, la calidad de los mismos, en especial de los públicos, es baja.
“Hay todavía un fuerte desafío de calidad (de servicios). Hay acceso, pero no necesariamente hay calidad”, remarcó el funcionario.