"Lo bueno de Ponte en Carrera", por Eduardo Morón

Cuando uno pasa por el servicio público aprende a valorar lo mucho que cuesta hacer las cosas. El Estado Peruano no es un motor alemán, es más bien un motor yugoslavo sin piezas de repuesto originales. Por ello, más allá del aluvión de críticas de estas semanas, creo que es bueno reconocer una de esas grandes batallas ganadas en este Gobierno. 

Hace años, recuerdo que en una CADE, esas reuniones donde se proponen grandes ideas que nunca se hacen, Gustavo Yamada propuso lo que hoy se llama Ponte en Carrera. La idea era simple, poner información dispersa del mercado laboral en un portal único para mejorar la toma de decisiones de futuros universitarios y de sus padres, típicos financiadores de estas aventuras de jóvenes que en realidad no saben en qué se meten. 

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A sus escasos 16 o 17 años les pedimos que tomen tres decisiones que podrían marcar el resto de sus vidas: seguir o no una carrera, elegir qué carrera seguir y, finalmente, en qué universidad seguir sus estudios. 

Para tomar buenas decisiones se necesita buena información, y la información disponible para esas tres decisiones es compleja, dispersa, incompleta y probablemente llena de sesgos publicitarios. Ninguna persona a esa edad sabe qué carreras hay, no puede diferenciarla, y por más que las conociera no tiene mucha idea de qué mundos le abre cada una de esas opciones.

Para completar la nube de incertidumbre, nadie te dice dos datos básicos: cuál será el sueldo que ganarás (si es que sales), ni cuánto tiempo demorarás en conseguir tu primer trabajo (en tu especialización, no en otra para la que no estudiaste). 

Recuerdo que viviendo en EE.UU. hace más de dos décadas era absolutamente normal que las universidades revelaran no solo los sueldos al egresar de sus alumnos, sino otro dato crítico: qué porcentaje conseguía trabajo al egresar. Estas eran variables importantes para escoger dónde estudiar porque muchos se endeudan para financiar sus estudios, así que más vale que tu plata sea bien invertida. Eso que era obvio y normal hace veinte años en un país desarrollado ahora es una realidad aquí. 

Pero ojo con leer bien la información que ofrece Ponte en Carrera. Este año cumpliré 25 años como profesor de la Facultad de Economía de la Universidad del Pacífico, cuyos egresados son los que mayor remuneración promedio reciben según este portal. Esta remuneración es un promedio. No es que todos ganen los casi S/.5.000 que dice el portal.

Unos ganan el triple y otros un tercio a pesar de haber salido de la misma universidad. Como siempre les digo a mis alumnos, a nosotros los profesores el mercado laboral nos pide que los diferenciemos, que hagamos un ránking de quiénes son los mejores y quiénes no. Por ello, cabe una segunda aclaración: este es el promedio de remuneración de quienes en efecto se graduaron.

Muchos jóvenes tienen la puerta de entrada a la universidad abierta de par en par, más ahora que en nuestra generación. Pero la puerta de salida sigue siendo tan amplia como antes. Por ello mi ratio de desaprobados sobre alumnos inscritos sigue siendo alto. Si como egresado de esa facultad quiero que ese sueldo promedio siga siendo alto, necesito evitar que salgan los que me bajarán el promedio.

Así que, futuros universitarios, utilicen el portal Ponte en Carrera, infórmense, pero asuman el reto, que para la mayoría la plata no llega sola.

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