Luz al final del túnel: ¿Cuáles son las expectativas de los empresarios para el 2024?

Más aún, después de la sucesión de asonadas y eventos climatológicos extremos que se cernieron sobre el país en el último año y que costaron S/11,900 millones (el l 1,2% del PBI), según estimación del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

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Frente a esto, el Gobierno lanzó la semana pasada el plan de reactivación económica Unidos Perú, el mismo que “ha sido consultado con los sectores económicos” y que contribuirá a que el país recupere “la confianza en los números” desde marzo y abril del 2024, indicó el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.

¿Esta confianza es compartida por las empresas y gremios empresariales?

PROYECTOS MINEROS

Víctor Góbitz, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), considera que sí hay una luz al final del túnel para el sector minero.

Esto, porque el Gobierno tiene el convencimiento de que la forma más rápida de reactivar la economía es desarrollando la cartera de proyectos mineros.

“Eso es lo que me hace ser optimista, porque hemos conversado con el presidente del Consejo de Ministros, con el ministro de Economía (Alex Contreras) y con el ministro de Energía y Minas (Óscar Vera), y todos creen que ese es el camino”, apunta Góbitz.

Esto fue, refiere el líder gremial, lo que la SNMPE expuso en la reunión que los gremios empresariales sostuvieron con el Ejecutivo el pasado lunes. Eso y la necesidad de agilizar los trámites para la aprobación de los permisos ambientales, pero “sin flexibilizar los estándares”.

A decir de Luis Rivera, vicepresidente ejecutivo de Gold Fields para las Américas, esta puede ser la señal que la minería espera para “reducir los plazos de ejecución de los proyectos mineros y contribuir al desarrollo del país”.

Herramienta valiosa para este cometido, indica, es la Ventanilla Única Digital, que el presidente del Consejo de Ministros prometió implementar en Perumin 36 (setiembre).

Es en atención a esto que el Gobierno ha planteado optimizar los requisitos ambiental y viabilizar la construcción de siete proyectos mineros por US$4.646 millones hasta el 2025.

Góbitz y Rivera advierten, sin embargo, que el gobierno debería abocarse también a viabilizar el desarrollo de los proyectos brownfield (ampliación de minas), pues se trata de inversiones más fáciles de aprobar y construir que los proyectos greenfield (nuevas minas).

De acuerdo a estimaciones de la SNMPE hay cerca de 40 proyectos brownfield que podrían ejecutarse en el corto plazo si se agilizan los trámites para su aprobación.

MÁS VIVIENDAS

También optimista es Jorge Zapata, presidente de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), gremio que viene experimentado “un muy mal año” por la ausencia de inversiones en el sector privado.

De hecho, el líder gremial refiere que la construcción podría cerrar el 2023 con una caída de -3% o -4%. Sin embargo, advierte que el sector crecería 3% o más el próximo año si el Gobierno “hace las cosas bien”.

A ese fin propone, entre otras medidas, reimpulsar la construcción de viviendas actualizando (incrementando) los montos de los bonos que otorga el Estado para que “las familias vuelvan a comprar viviendas y se dispare la construcción”.

El objetivo, anota Ricardo Arbulú, gerente general de Ciudaris, es lograr un horizonte de estabilidad que permita estructurar “proyectos de vivienda de interés social a gran escala”, de 100, 200 o 500 departamentos cada uno.

A su entender, esto es plenamente factible porque el Perú tiene una demanda estructural de más de 2 millones de viviendas, de la cuales 600 mil corresponden a personas que “están buscando un lugar para vivir, son sujetos de crédito y tienen ahorrada parte de la inicial”, señala.

Eduardo Herrera, gerente general de Grupo Centenario, agrega que todo esto debe ser complementado con medidas de mediano y largo plazo, como el destrabe de la permisología en el Ministerio de Vivienda, la transferencia efectiva de los servicios de saneamiento en Sedapal y la “lucha permanente contra la corrupción en las diversas etapas del desarrollo inmobiliario”.

¿Cuáles son las expectativas en los sectores ligados al consumo masivo?

PANORAMA RETADOR

La Cámara de Comercio de Lima (CCL) concuerda con la SNMPE en que urge reactivar los proyectos intensivos en inversión para mover la economía y mejorar las expectativas de los consumidores, “que se encuentran en tramos pesimistas”.

Así, el gremio estima que el consumo privado podría cerrar el año con un crecimiento de apenas 0,7%, el cual es un “resultado bastante bajo respecto a años anteriores”, explica Óscar Chávez, jefe del Instituto de Economía de Desarrollo Empresarial del gremio.

Para el economista queda claro que si la confianza del consumidor cae por temor de la recesión, el consumo privado no se va a incrementar.

Jesús López, country manager de Aje Perú, advierte que el panorama para el sector de consumo masivo será retador en 2024 por el impacto de la recesión y una canasta básica familiar que “se viene reduciendo, sobre todo, en el último semestre”.

Sin embargo, mira el horizonte con optimismo.

A su entender esto significa una oportunidad para el desarrollo de productos con precios accesibles, en donde la innovación “jugará un papel clave para desarrollar formatos que atiendan a las necesidades de todos los peruanos”

Del mismo modo, Claudio Ortiz, gerente general de Hyundai Perú, visualiza un 2024 más prometedor para la venta de vehículos livianos, tras el bache del cuarto trimestre del 2023 (-7% a -8%).

Esto, de la mano de “la recuperación de la economía y del nivel de confianza de los consumidores”, señala.

Si eso ocurre, será una buena señal para la economía, pues el sector automotor genera “más de 400 mil puestos directos formales y más de un millón de puestos indirectos”, apunta Karsten Kunckel, presidente de la Asociación Automotriz del Perú (AAP).

“Tan claro que sin vehículos no hay desarrollo. Nuestros asociados son los que ponen al país sobre ruedas, y sin eso no hay productividad”, remarca el líder gremial.

En suma, Willard Manrique, CEO del Grupo Crosland, señala que la reactivación de la economía dependerá de que el Gobierno logre recuperar la confianza empresarial.

Y para ello debe generar un mejor clima de inversiones, articular un diálogo político mucho más fluido y movilizar los esfuerzos necesarios para reducir la conflictividad social, cuando esta se presente.